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El copiloto del vuelo de Germanwings, que cayó en los Alpes franceses, tomó el control del avión y comenzó el descenso con la intención de destruir la aeronave, indicó el jueves la fiscalía de Francia.
Sólo uno de los dos pilotos del vuelo de Germanwings estaba en la cabina cuando sel avión, que volaba de Barcelona a Dusseldorf, se estrelló con 150 personas a bordo, confirmó el principal fiscal a cargo de la investigación, Brice Robin.
En una conferencia de prensa en Marsella, el fiscal citó la información que se desprendió de las grabaciones de la caja negra.
Indicó que el capitán salió de la cabina y no pudo volver a acceder a ella.
Control manual
Dijo que el copiloto tomó el control manual de la aeronave y comenzó el descenso que condujo a que el avión se estrellara.
"Escuchamos (con las grabaciones de la caja negra) al piloto pedirle al copiloto que tomara el control de la aeronave y al mismo tiempo oímos un sonido de un asiento moviéndose hacia atrás y el sonido de una puerta cerrándose" dijo Robin a los reporteros.
"En ese momento, el copiloto queda él solo con el control del avión. Cuando está solo, el copiloto presiona los botones del sistema de monitoreo de vuelo y pone en acción el descenso de la aeronave".
"Esta acción sobre los controles de altitud sólo pudo ser deliberada".
Lo que reveló la caja negra
- El copiloto, Andreas Lubitz, estaba solo y consciente en la cabina cuando el avión de Germanwings se estrelló en los Alpes
- El capitán le pidió a Lubitz que tomara el control del vuelo y salió de la cabina
- El copiloto no respondió al piloto, que golpeaba la puerta para volver a entrar, ni a las llamadas de los controladores aéreos franceses
- Lubitz estuvo vivo hasta el final: la caja negra registró su respiración
- Las víctimas sólo se dieron cuenta al final, sólo se oyen gritos hasta el último minuto
"Hasta último segundo"
Los pasajeros del vuelo de Germanwings, una subsidiaria de Lufthansa, "no estuvieron conscientes de los hechos sino hasta último momento", indicó el funcionario.
Robin aseguró que "se pudo escuchar a pasajeros gritando justo antes de que el avión se estrellara".
Y dijo que las 150 personas a bordo "murieron instantáneamente".
Informó también que el copiloto, a quien nombró como Andreas Lubitz, de 28 años, "estaba vivo", y que "se le puede escuchar respirando" durante todo el descenso de la nave.
En esos momentos, dijo, "no hubo ningún contacto entre el copiloto y la torre de control de Marsella".
"Los controladores trataron de comunicarse con el avión, pero no hubo ninguna respuesta", agregó.
Subrayó, sin embargo, que hasta ahora "no había ningún indicio de que se tratara de un acto terrorista.
"Silencio absoluto"
Robin señaló que hubo "un silencio absoluto en la cabina" mientras el capitán intentaba reingresar a ella.
Era originario de la ciudad de Montabaur, en el centro-oeste de Alemania, dijo.
El funcionario señaló que estaban trabajando con las autoridades alemanas para obtener más información.
Asimismo indicó que ya se habían comunicado los últimos hallazgos ya habían sido comunicados a los familiares de las víctimas.
"Las familias están en estado de conmoción, tratando de entender lo que ocurrió", aseguró el fiscal de Marsella.
"Ya comenzó la indentificación con ADN de las víctimas y se están recolectando las pertenencias para que sean identificadas por las familias".
El Airbus A320 viajaba de Barcelona a Dusseldorf y se estrelló en los Alpes después de un descenso de ocho minutos. (BBC)
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