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Un ataque reivindicado por los talibanes contra el Intercontinental de Kabul, uno de los dos grandes hoteles de la capital afgana, ha dejado al menos 18 muertos, entre ellos 14 extranjeros, cuyas nacionalidades todavía se desconocen, según un portavoz del Ministerio del Interior. El asalto se ha prolongado durante 12 horas hasta que las fuerzas de seguridad afganas han abatido a los cuatro atacantes. "Todos los asaltantes han sido abatidos y 126 personas han sido rescatadas, incluyendo 41 extranjeros", ha explicado un portavoz del Gobierno afgano.
Un atacante suicida se inmoló anoche a la entrada del lujoso establecimiento para allanar el camino a sus tres compañeros, que penetraron en el hotel cargados de armas, explosivos y chalecos listos para ser detonados. Un huésped escondido en una habitación dijo a la agencia Afp que se podían escuchar disparos dentro del hotel de los años 60, donde se hospedaban docenas de personas que asistían a una conferencia sobre tecnología de la información que se iba a celebrar este domingo. "Puedo escuchar disparos que parecen venir del primer piso, pero no veo dónde están. Estamos escondidos en nuestras habitaciones. Hagan que los servicios de rescate lleguen pronto", dijo el cliente.
Durante los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad afganas y los insurgentes, se cortó la electricidad en el barrio del hotel, ubicado en una colina en el oeste de Kabul, que quedó sumido en la oscuridad excepto por las altas llamas que emergían del techo. El comando abrió fuego en el cuarto piso del hotel antes de atrincherarse en la segunda planta, según otra fuente de seguridad.
Un periodista de la cadena de televisión local Tolo News, presente en el lugar, informó en Twitter de que seguía "oyendo disparos más de dos horas después" del inicio del ataque. Una persona que logró escapar aseguraba haber visto “al menos 15 muertos o heridos” en los primeros pisos del edificio.
Los datos durante las primeras horas del ataque fueron muy confusos. El atentado se produjo días después de que una delegación del Consejo de Seguridad de la ONU visitara Kabul para conocer de cerca el conflicto.
El portavoz del Gobierno afgano explicó que los terroristas entraron al hotel a través de una cocina. Los que se dieron cuenta de que se estaba produciendo un ataque, intentaron escapar. Entre los que lo lograron estaba el director del hotel, Ahmad Haris Nayab, quien contó que la gente huía en medio de intensos tiroteos.
Las imágenes de televisión mostraban un importante incendio a la altura del tercer piso. Además, los vecinos y los periodistas que lograron acercarse a la zona oyeron varias explosiones. El hotel contaba con seguridad, ya que se trata del segundo ataque terrorista contra el establecimiento.
En junio de 2011, nueve talibanes asaltaron el edificio y mataron a 12 personas. Las fuerzas especiales acabaron con ellos tras un asedio que se prolongó durante cinco horas. Desde entonces muchos extranjeros evitan alojarse allí, a pesar de que se intensificó la protección y de que el establecimiento sigue siendo utilizado por las autoridades para conferencias de prensa, seminarios y otros eventos oficiales, además de para banquetes privados, en especial bodas. De hecho, ayer mismo por la mañana, el hotel acogió una conferencia sobre la inversión china en Afganistán.
A principios de este mes, 11 personas resultaron muertas, entre ellas cinco policías, cuando un terrorista suicida se hizo estallar junto a los policías que vigilaban una manifestación. Pocos días antes, el 28 de diciembre, otras 40 personas perecieron en un ataque del ISIS contra un centro cultural chií. En mayo, Kabul sufrió la desde la caída del régimen talibán en 2001, cuando un camión cargado de explosivos causó 150 muertos y tres centenares de heridos.
El Intercontinental es un objetivo altamente simbólico, ya que fue el primer hotel de categoría internacional del país. Se inauguró en 1969 como parte de la cadena estadounidense del mismo nombre, pero con la invasión soviética, diez años después, dejo de pertenecer al grupo. y empezó su declive. Primero, lo usaron los oficiales soviéticos y, cuando se fueron, fue víctima de las milicias enfrentadas en la guerra civil. Aun así, los periodistas siguieron utilizando las habitaciones que no habían resultado dañadas por los proyectiles.
Varios años después de la intervención estadounidense de 2001, el hotel fue remodelado, aunque, al igual que Kabul, nunca ha llegado a recuperar el glamur que tuvo en los años setenta del siglo pasado.
Desde el final de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, el Gobierno de Kabul ha ido perdiendo terreno ante los talibanes hasta controlar apenas un 57 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos. A la violencia de estos, desalojados del poder tras la invasión norteamericana de 2001, se ha sumado recientemente la presencia de la rama afgana del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés).
TOMADO DE EL PAIS
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