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Estados Unidos sufrió este martes su baja de rango más alto en combate desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Un general del Ejército norteamericano murió tiroteado por un hombre con el uniforme de soldado afgano en un base en la capital de Afganistán, Kabul. En el tiroteo sufrieron heridas hasta 15 militares más, entre ellos un brigadier-general alemán y otros norteamericanos. El asaltante fue abatido enseguida, según el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby.
Kirby dijo que el ataque no alterará los planes de cooperación de las fuerzas de la OTAN con las afganas ni el traspaso definitivo del mando militar a los afganos, previsto para finales de este año. La cooperación, dijo, ha demostrado sus buenos resultados con la organización de dos elecciones y reduciendo "el impacto" de la ofensiva insurgente en todo el país.
El ataque ocurrió en torno al mediodía, hora local, durante una visita de mandos de la coalición a Camp Qarga, una base que aloja Universidad Nacional de Defensa, la academia de oficiales del Ejército Nacional Afgano. El entrenamiento de los soldados afganos es la misión principal de EE UU y sus aliados de la OTAN mientras preparan el repliegue tras casi 13 años de guerra. A finales de 2014, EE UU pondrá fin a la misión de combate y en 2016 debe culminar la retirada, según el calendario que en mayo anunció el presidente Barack Obama.
Los ataques perpetrados por soldados afganos u hombres disfrazados de soldados afganos - conocidos como ataques "green on blue" (verde contra azul), en alusión al color de los uniformes de las respectivas fuerzas - siembran la desconfianza en una misión en la que la colaboración entre las fuerzas afganas y de la OTAN es esencial. Sin la seguridad de que los afganos no dispararán a los instructores norteamericanos o europeos, estos no pueden desarrollar su tarea, necesaria para permitir que el Gobierno afgano asuma toda la responsabilidad por la seguridad y los combates en el país centroasiático. En lo que va de año, el incidente en Camp Qarga es el segundo ataque de este tipo tras la muerte en febrero de dos soldados de la misión de la ISAF a manos de dos desconocidos que vestían el uniforme de las fuerzas de seguridad afganas.
La identidad del militar muerto y del agresor, al que el portavoz del Pentágono describió como un soldado afgano, se desconocen. Algunas informaciones señalan que es un general-mayor. El general-mayor ocupa el tercer rango en la jerarquía del Ejército de EE UU, después del general y el teniente general.
Según The New York Times, el último militar de rango tan alto muerto en combate fue el general-mayor John Albert Dillard Jr., cuyo helicóptero fue derribado en Vietnam el 12 de mayo de 1970. Kirby, el portavoz del Pentágono, recordó que el general de tres estrellas Timothy Joseph Maude murió en el avión secuestrado que impactó en el Pentágono el 11 de septiembre de 2001.
La muerte de otro oficial de alto rango, el martes, ocurre en un momento en que EE UU ha comenzado a retirar sus tropas y en que las bajas se han reducido. EE UU, que llegó a tener cerca de cien mil militares en Afganistán en 2010, tiene ahora a unos 32.000, que a finales del 2015 deben ser menos de cinco mil. En 2014 han muerto allí 39 norteamericanos y un total de 56 aliados; en 2010 la cifra fue de 499 y 711, según el recuento de la web iCasualties.org (EL PAÍS)
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