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El canciller David Choquhuanca dijo este domingo a ERBOL que se encuentra preocupado por la excesiva producción de coca en el país y que hace daño a la Pachamama.
La afirmación surge luego que el martes 24 pasado el representante de la UNODC en Bolivia, Antonino De Leo, dijo que la producción potencial de coca en el trópico de Cochabamba es de 17.000 toneladas métricas y de ellas sólo 1.377 tm se comercializaron –al menos en la gestión 2013– en el mercado legal de Sacaba. Mientras los restantes 15.623 tm tienen un destino desconocido.
El ministro de Relaciones Exteriores señaló que el Gobierno extrema esfuerzos para reducir plantaciones de este arbusto y que además existe un compromiso con la comunidad internacional en disminuir cinco mil hectáreas anuales.
“A mí no solamente me llama la atención (que se esté sustituyendo la producción de cítricos por la coca), me preocupa, nos preocupa…El exceso (de plantaciones de coca) es una amenaza. Tenemos que tener lo justo”, enfatizó.
El dignatario de Estado recordó que un reciente estudio de la Unión Europea fijó en 14 mil hectáreas el requerimiento para atender el consumo interno.
De Leo (autoridad de la ONU) había dicho que el “desvío de coca a mercados ilegales o para fines ilícitos es una preocupación de todos los actores” involucrados en el tema.
Choquehuanca –sin embargo- fue enfático: “Lo del cato de coca se ha reducido, estamos en 23 mil hectáreas, respetando los derechos humanos, con participación de los propios productores. Es una acción no solamente de los gobernantes y del gobierno. Ahí están todos. Tenemos que tomar conciencia porque esto es una amenaza a la vida”, agregó.
Datos
De acuerdo a la ONUDC, a nivel nacional, se redujo la superficie cultivada de coca de 25.300 hectáreas registradas en 2012 a 23.000 en 2013. La tendencia, al menos entre 2010 y 2013, es que los cultivos de coca bajaron de manera continua (en total 8.000 hectáreas en dicho periodo de análisis).
En 2006 se tenían 27.500 hectáreas de coca; en 2007 la cifra aumentó a 28.900; en 2008 continuó en ascenso llegando a 30.500 hectáreas; en 2009 el panorama fue igual porque nuevamente creció hasta 30.900 hectáreas; y finalmente en 2010 se alcanzó un tome máximo de 31.000 hectáreas.
En realidad, entre 2006 (cuando empezó a gobernar Evo Morales) y 2010 se registró una tendencia de incremento de la superficie cultivada de coca en Bolivia.
La culpa es de otros
David Choquehuanca recordó que el problema de la alta producción de coca anda relacionada con la demanda externa, lo que inclusive fue en detrimento de otras frutas.
“Lamentablemente nosotros no somos los quechuas y aymaras que han empezado a hacer droga, la demanda viene del occidente y se destina una cantidad a la fabricación de la droga. Nosotros tenemos un plan nacional de interdicción y de reducción de los cultivos, mientras la comunidad internacional no entienda y nosotros no le demos una sorpresa al mundo que la coca es medicina”, indicó.
Indicó que Bolivia cumple con la comunidad internacional en materia de reducción de cocales y que ello está plenamente certificado.
“Nosotros cumplimos con la comunidad internacional, pero la demanda viene de esos países. Si no hay demanda, no hay oferta. Hay hermanos que tienen que tomar conciencia de que esto puede un día poder dañar nuestro propio hijo de los propios cocaleros”, apuntó.
Choquehuanca recordó que donde se produce la coca la tierra tarda en recuperarse.
“Donde produce la coca produce no toda la vida. Unos años después es tierra tarda en recuperarse. Tampoco administramos como deberíamos administrar nuestras tierras.
Erbol: ¿La coca daña a la Pachama?
Choquehuanca: Sí
Erbol: ¿La coca los pone en riesgo?
Choquehuanca: Sí
Erbol: ¿También pone en riesgo nuestra seguridad alimentaria?
Choqhuanca: Sí
No somos enemigos de ONGs.
El representante de la diplomacia boliviana –en una entrevista con ERBOL- aclaró que el Gobierno no es “enemigo” de las Organizaciones No Gubernamentales.
Indicó que el cuestionamiento surge por el nivel de intromisión a asuntos de política interna y que no obstante otro es el rol que deberían cumplir.
“No reniego contra las ONGs, no vamos a aceptar la intromisión. Ellos querían decidir por nuestros indígenas”, sostuvo.
El Canciller ponderó sin embargo que anteriormente las ONGs sí cumplieron un rol preponderante para atender a sectores que no tenían el apoyo del estado.
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