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El impacto ambiental que tendría la construcción de la represa hidroeléctrica São Luiz do Tapajós, en el sudoeste del estado brasileño de Pará, sería absolutamente negativo e irreversible para el ecosistema y para la comunidad indígena mundurukú, que se vería obligada a abandonar su territorio debido a las inundaciones que el proyecto generaría.
El informe de la Fundación Nacional del Indio (Funai) fue fundamental para que la iniciativa quedara en suspenso, publicó el periódico 'The Guardian'. Así lo decidió el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama), que concluyó que el proyecto es incompatible con "el componente indígena".
En las cercanías del río Tapajós viven unos 10.000 integrantes de la comunidad mundurukú. Todos ellos, si la represa fuese construida, se verían afectados debido a que la obra provocaría la inundación de un vasto territorio. Eso les obligaría a reubicarse, algo que la Constitución brasileña permite únicamente en casos de enfermedades epidémicas o de guerra.
La presidenta de Ibama, Marilene Ramos, explicó que el futuro de la licencia para construir la represa depende del "informe final" elaborado por Funai, aunque estima que la situación difícilmente cambiará.
De construirse, la represa de Tapajós produciría 8.000 megavatios, lo que la convertiría en la segunda más potente en este estado del norte de Brasil después de la planta de Belo Monte, que comenzó a funcionar en los últimos días. (RT)
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