- 3384 lecturas
La campaña Ñamosêke Monsanto, que reúne a más de 30 organizaciones sociales del campo y la ciudad, se adhiere a la huelga general y paro nacional de marzo del presente año. Además insta a todos los sectores democráticos de la sociedad paraguaya a plegarse a las acciones de protestas porque los transgénicos matan sus cultivos.
“En Paraguay hay a la fecha 3,5 millones de hectáreas cultivadas (excluyendo pasturas), pero destinamos 3,2 millones para la siembra de transgénicos en la modalidad de monocultivos de renta; mientras tanto, cada año se duplica el volumen de alimentos vegetales importados, porque casi ya no producimos alimentos”, se lee en un comunicado de prensa.
Para sembrar esos transgénicos se vierten cada año en el país 33 millones de litros de venenos peligrosos, a razón de más de 5 litros por habitante, asegura la Campaña Ñamosêke Monsanto.
“Porque todas y todos nos damos cuenta de que los empresarios de la soja no respetan barreras vivas, franjas de seguridad, registros, ninguna norma orientada a proteger mínimamente la salud de los vecinos de los sojales. Y los funcionarios se ríen en la cara de la gente cuando dicen ‘presenten pruebas y vamos a escucharles’, cuando que justamente para eso les pagamos el sueldo: para que ellos controlen y busquen las pruebas”, se hace conocer.
Se hace una crítica a las empresas sojeras, pues aseguran que contribuyen con apenas el 2% de la carga tributaria, quedándose con más del 30% del total de la riqueza generada en el país. No pagan impuesto a la exportación de granos sin industrializar pagan un vergonzoso impuesto inmobiliario y evaden la mayor parte del bajo impuesto a la renta.
Según el comunicado, unos 3.000 empresarios de la soja recibieron en los últimos 5 años cerca de 100 millones de dólares en concepto de gasoil subsidiado, mientras que 1,2 millones de paraguayas y paraguayos no acceden a satisfacer sus necesidades básicas. (Conamuri Paraguay)
- 3384 lecturas