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Fuente: El País
Thiago Ximenes, alias Matrix, presunto líder en Paraguay del Primer Comando Capital (PCC), la mayor banda de traficantes de drogas y armas de Brasil, se entregó el viernes a la policía paraguaya después de un tiroteo y de ocultarse tres días en una zona boscosa. Ximenes estaba prófugo desde el martes, cuando logró huir de un enfrentamiento en el que murió su compañero Reinaldo de Araújo.
Ximenes es el jefe más importante del PCC capturado en Paraguay hasta el momento. Las Fuerzas de Operaciones Especiales Policiales (FOPE) lo tenían cercado en un campamento cercano a Villa Ygatimí, una pequeña ciudad rural ubicada a 30 kilómetros de la frontera con Brasil. Ximenes y Araújo fueron descubiertos por las autoridades cuando paseaban cerca de sus tiendas de campaña, rodeados de todo lo necesario para picar y compactar plantas de marihuana que eran cultivadas ilegalmente en la zona. Ximenes logró evadir el operativo policial y esconderse entre la densa vegetación subtropical.
El Gobierno paraguayo buscaba a ambos criminales desde que escaparon el 16 de diciembre de 2018 de la prisión de máxima seguridad de la capital, Asunción. Ximenes ya se había escapado en 2013 de una cárcel de Ezeiza, Argentina, junto con otros reclusos brasileños y argentinos. En Asunción, cumplía una suma de condenas de 20 años por asaltar un camión de caudales, por tráfico de armas de guerra entre Brasil y Paraguay y por secuestrar a un comerciante. Según la Policía, también es sospechoso de ser uno de los líderes de un millonario asalto a un banco en Foz do Iguaçu en enero de 2014.
Matrix fue trasladado hasta una unidad de cuidados intensivos, debido a que se desmayó por deshidratación, según informó en una rueda de prensa el ministro del Interior paraguayo, Juan Ernesto Villamayor. El ministro anunció que el Gobierno pretende expulsarlo a Brasil o Argentina, ya que en ambos países tiene cuentas pendientes. “La estadía de Matrix en el país va a ser corta. Donde tengamos la posibilidad expulsarlo, vamos a expulsarlo”, declaró Villamayor.
Ambos convictos escaparon de la Agrupación Especializada un mes después de que otro criminal brasileño asesinara a puñaladas a una mujer de 18 años en el interior de una celda. Marcelo Pinheiro, miembro de una banda rival del PCC, el Comando Vermelho, usó un cuchillo de postre para matar a Lidia Meza Burgos. El escándalo puso en evidencia problemas de la prisión y que forma parte de una cadena más larga de sucesos relacionados con el narcotráfico y la corrupción.
En realidad, la Agrupación Especializada es un cuartel policial que fue convertido en prisión para policías y militares. Más tarde ingresaron también políticos corruptos y narcos condenados que accedían a un trato VIP. A Pinheiro incluso le permitieron dar una rueda de prensa donde se vanaglorió de su carrera delictiva. Poco antes, sus cómplices habían intentado sacarlo de la cárcel con un coche bomba.
Guerra de bandas
El Comando Vermelho y el PCC se disputan con otros grupos criminales el comercio de armas, marihuana y cocaína entre Paraguay y Brasil. El país sudamericano es el principal productor de marihuana de la región, según su Secretaría Antidrogas (Senad), que calcula que el 80% de su producción tiene como destino el mercado brasileño, mientras que el resto va a Uruguay, Argentina, Bolivia y Chile. Los narcotraficantes brasileños transportan la cosecha de las aproximadamente 6.000 hectáreas de cultivos ilegales de marihuana y van dejando un reguero de muerte detrás.
Amabas bandas han llevado su disputa con otros grupos hasta la conocida como Triple Frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil. Según las autoridades brasileñas, el Comando Vermelho controla parte del tráfico de armas y drogas en la región desde cárceles de Río de Janeiro, mientras que la mayoría de integrantes del PCC provienen de Sao Paulo.
Paraguay es la zona de paso habitual de la pasta base de coca boliviana y precursores químicos que se trasladan hasta laboratorios cercanos a puertos para convertirla en cocaína que luego se envía a África y Europa. En abril de 2017, hubo un gigantesco asalto a la sede de la empresa de caudales Prosegur en Ciudad del Este. Unos sesenta hombres con ametralladoras robaron 11 millones de euros, en el que fue considerado el golpe más grande de la historia de Paraguay. La Fiscalía lo atribuyó al PCC. Esto son los más grandes sucesos, pero son cientos más los que componen la cadena de consecuencias del narcotráfico y las estrategias de combate de las autoridades.
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