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Grupos indígenas peruanos han ocupado las instalaciones del mayor pozo petrolero del país así como un aeródromo cercano para exigir al Gobierno que escuche sus reclamos contra la empresa concesionaria, a la que acusan de no respetar sus tierras y de contaminar la zona, dijo el domingo Carlos Sandi, presidente de la Federación de Comunidades Nativas del Corrientes (Feconaco).
Durante meses, el lote 192, ubicado en la región amazónica de Loreto, ha sido blanco de protestas de las comunidades locales, que aseguran que ni el Gobierno ni la empresa se han sentado a dialogar con los habitantes de la zona.
“Este es un paro -refiriéndose a la toma de instalaciones- indefinido”, dijo Carlos Sandi. “El Gobierno no quiere dialogar acá en nuestro territorio. Entonces es mejor que dejen de explotar y se quede ahí”, agregó.
Sandi dijo que las instalaciones del lote 192, que ha dejado de producir unos 11.000 barriles diarios de crudo, fueron tomadas el sábado.
Invitación al diálogo
El Gobierno peruano pidió el domingo a los líderes indígenas que encabezaron la toma del aeródromo de Andoas y las instalaciones petrolíferas que depongan esa medida e insistió en que el Estado no está en capacidad de operar el yacimiento como reclaman las comunidades nativas.
El gobierno peruano firmó recientemente un contrato por dos años con la filial de la canadiense Pacific Exploration and Production Corporation para explotar el lote en cuestión. Pero ante las protestas de varias comunidades indígenas, el Congreso aprobó una ley que permitiría a la estatal Petroperú participar en la explotación del mayor lote de crudo del país.
Un comunicado del Ministerio de Energía y Minas convocó a los representantes de las Comunidades de la Cuenca del río Corrientes y Pastaza a una mesa de trabajo. (El País)
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