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Brasil busca nuevos talentos en el tiro con arco entre jóvenes indígenas que están familiarizados con este ejercicio en sus remotas tribus de la selva amazónica, pero que no lo practican como un deporte, sino como un medio para cazar y pescar.
Nelson Moraes, un indio de la etnia Kambeba, de 14 años, fue descubierto por un cazatalentos que viajó durante tres meses por las tribus de la Amazonía en busca de jóvenes con potencial y ahora se entrena regularmente en un centro de alto rendimiento en Manaos, la capital del estado de Amazonas, y ya sabe lo que es ganar un oro en una competición.
El joven Nelson, llamado en su lengua ‘Inha’ (Corazón), se colgó la medalla de oro en el séptimo campeonato brasileño infantil en la categoría de arco recurvo, realizado en octubre pasado en Maricá, a 50 kilómetros de Río de Janeiro.
Habituado al arco tradicional de los indios, Nelson dijo a Efe que la adaptación al modelo usado en los Juegos Olímpicos fue fácil.
“Cambia sólo el peso y el punto de mira que hay en el arco”, comparó.
En la tribu Kambeba, donde vivía, jugaba y pescaba con el instrumento nativo antes de participar de la selección en la que logró una de las ocho plazas ofrecidas para entrenarse en el Centro de Alto Rendimiento del Amazonas (CTARA) de Manaos.
Los ocho jóvenes seleccionados forman parte del proyecto Arquería Indígena, desarrollado por la Fundación Amazonas Sustentable, con el apoyo de la Federación Amazonense de Tiro con Arco (Fatarco).
El entrenador de los jóvenes, Roberval dos Santos, dijo que, a pesar de ser semejantes a primera vista, los dos arcos son diferentes, y explicó que la ventaja de estos jóvenes en relación a los demás es que son muy fuertes, por causa de su origen indígena.
Inha y otros tres colegas -Graziela Santos ‘Yacy’ (Luna), de 19 años, Drean Silva ‘Iagoara’ (Perro del Bosque), de 17, y Gustavo Santos ‘Ywytu’ (Viento), de 18, fueron invitados por el seleccionador brasileño absoluto, el italiano Renzo Ruele, para entrenar en la sede de la Confederación Brasileña en Maricá.
Durante una semana, los cuatro se entrenaron al lado de los tiradores de la selección, que se preparan para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 e hicieron sendas evaluaciones, una al comienzo y otra al final de las prácticas, que acabaron hoy.
“Así se puede testar cuánto el deportista puede avanzar y si tiene oportunidad de ir más adelante. Este era el objetivo de hacer un entrenamiento aquí”, dijo Ruele a Efe.
Añadió que los jóvenes indios mejoraron del 20 al 30 % en una semana, lo que es “muy bueno en un entrenamiento un poco pesado”.
Terminada esta semana de intercambio, los jóvenes regresan a Manaos, donde la rutina de entrenamientos de los jóvenes indígenas sólo se detiene el domingo.
“Nos entrenamos en la villa olímpica, todos los días, de lunes a sábado. Entrenamos el sábado por la mañana. De lunes a viernes, por la mañana y tarde. Comenzamos a las 8.00, paramos al mediodía. Descansamos. De las 15.00 a las 18.00, comenzamos de nuevo. Es así nuestra rutina”, contó Graziela, de 19 años y de la tribu Karapãno.
Los más jóvenes, aún en edad de cursar la secundaria, tienen un plan de entrenamiento más ligero, pues también acuden a la escuela.
El objetivo de las promesas es integrar la selección brasileña en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. (EFE)
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