- 3659 lecturas
Una abogada, una psicóloga y una decena de oyentes de ERBOL Radio coincidieron hoy en diagnosticar que la violencia intrafamiliar que abate a la sociedad boliviana es estructural y resultado del orden patriarcal vigente. Ante la pregunta de ¿cómo frenar esta descomunal violencia que afecta a familias bolivianas? Comulgaron en subrayar que se debe empalmar la educación en valores, pero desde la casa, con la aplicación real de las leyes aprobadas en esta materia.
La responsable del marco normativo nacional de la Coordinadora de la Mujer, Rosario Ricaldi, sostuvo que “la sociedad ha construido en la mentalidad de hombres y de mujeres una forma de ver que la sociedad es patriarcal”.
“En todos los espacios de formación lo que escuchamos es que el que manda en la casa es el varón y por lo tanto él tiene una actitud de dueño”, manifestó.
La sicóloga Margareth Hurtado identificó varios factores que coadyuvan e integran la violencia en la sociedad.
“Hay muchos factores para la violencia. Hay un factor cultural, hay un factor de aprendizaje y hay un factor personal. En el factor cultural no olvidemos que fuimos numerosas veces sometidos, conquistados y oprimidos, entonces ahí hay una relación de juego de poder, entre el poderoso y la víctima”, manifestó.
Apuntó que a nivel de aprendizaje se va introduciendo un aspecto emocional que “no es pensado ni razonado” para el actuar de las personas.
Elizabeth Rendis, una de las oyentes que participó con su opinión, indicó que “la inseguridad ciudadana que vive el país nace de la violencia intrafamiliar, de los gritos que intercambiamos en casa para demostrar quién manda”.
Ricaldi agregó que muestra de la patriarcalización de la sociedad es echar la culpa a las víctimas de lo que les pasa. “Por ejemplo el Policía que llega y dice ‘qué habrá hecho esta señora para que le hayan puesto el ojo así’, entonces esta actitud del funcionario público muestra que no está capacitado, que no está preparado para entender el problema de la violencia”, apuntó.
Hurtado indicó que pese a que en el país se implementaron varias reformas educativas, la actitud de la gente no cambió porque no se atacó de manera integral las causas del problema.
“En cuántas universidades y colegios secundarios vemos a los chicos y chicas donde no ha cambiado el hecho de que el enamorado se otorgue el poder y la potestad de golpear a la chica (…) también hay muchas mujeres que no saben reconocer signos de violencia, no reconocen que el empujar, el pellizcar, el dar lapos es también violencia y que hay una violencia sicología y una violencia emocional”, dijo.
En ese sentido, Hurtado subrayó que en una sociedad despatriarcalizada “el hombre que sabe querer no tiene celos, la mujer que sabe hacerse querer no disfruta de los celos y no abandona su independencia”.
Marina Velasco, otra de las oyentes de Erbol, que participó mediante llamada telefónica, identificó a los medios de comunicación, en particular a la televisión, de fomentar la violencia y convertirse en un incitador para el crimen.
“Otro problema es la televisión que es visto por todos los niños, y en todos los noticieros repiten los crímenes una y otra vez, además muestran como se ha llevado a cabo, es como una receta que se está dando a la gente. Hay mentes vulnerables a eso y aprenden, están sensibles para cometer algún delito y tienen una receta en la televisión”, indicó.
Cuestionó que si bien se transmite una información penosa, que afecta a la mente de las personas, no haya al mismo tiempo “un camino de solución” de lo que se debe hacer para evitar más crímenes. “Entonces una noticia sin solución es solo más una receta para el crimen”, apuntó.
Propuestas de solución
Las profesionales entendidas en el tema, y los oyentes, plantearon algunos criterios para afrontar esta arremetida de la violencia que por día cobra más vidas, en particular mujeres y niños.
Ricaldi sostuvo que al ser la violencia un problema estructural, “se debe darle una respuesta de ese tamaño”.
“La sociedad es cómplice de estas formas de violencia porque no se lo enfrenta en su núcleo, en su causa. Hoy escuchas canciones que incitan a la violencia sexual y ningún medio tiene responsabilidad sobre lo que difunden (…), entonces se debe dar una solución integral que involucre al gobierno, a las organizaciones, a la educación, nosotros mismo cada día debemos evaluarnos para identificar qué rasgos de violencia desarrollamos y podamos controlarlo”, manifestó.
Agregó que la falta de consideración del tema como prioridad nacional y de articulación con las otras políticas del Estado -sectoriales, económicas, sociales, educativas, etc.- permiten que este flagelo se siga replicando.
“Por no abordarlo integralmente este problema, y en aplicación de las leyes, no se lo puede afrontar desde una brigada o del SLIM. Todos estos espacios tienen que renovarse para enfrentar la violencia”, manifestó.
Hurtado apuntó que el cambio tiene que empezar por la educación, desde los hogares, para ir engranándose con la educación pública, y el cambio de actitud desde el gobierno mismo.
“El cambio tiene que ser estructural, desde el gobierno mismo, modificando la educación que impera en las diversas instituciones para ir combatiendo la violencia. Todos los días tenemos que ir combatiendo la violencia, no vamos a ganar nada creando una Fuerza Especial contra la Violencia porque esa fuerza especial dotada de ‘pobres’ va seguir ejerciendo violencia”, dijo.
La profesional hizo un llamado a los padres de familia para que se conviertan en “militantes” y “vigilen la educación de sus hijos”. “Lo que debemos reflexionar es qué educación en valores damos a nuestros hijos. En Bolivia se da una educación de violencia precisamente por este sistema patriarcal, que a pesar de las numerosas reformas educativas no se ha cambiado”, expresó la entendida.
Agregó que la educación en el hogar se debe dar a través de un cambio del respeto por uno y por los demás. “Modificar esa actitud de que seamos objetos para convertirnos en sujetos (…) Si opto por la violencia tengo asumir las consecuencias que conlleva el asumir una actitud de violencia”, dijo.
Wilfredo Mollericon, otro de los oyentes de Erbol, coincidió en que la pérdida de valores trajo mayor violencia a la sociedad. Instó a retomar el respeto a los demás, en particular a la mujer, que actualmente es la principal víctima de la violencia.
Franz Michel, por llamada telefónica, pidió al Estado participar de manera activa mediante campañas de educación dirigidas a los colegios, para crear conciencia, por una cultura de paz, entre las nuevas generaciones.
- 3659 lecturas