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La octava fecha del torneo Apertura de la Liga corre el riesgo de no realizarse debido al anunciado paro de parte de FABOL, que exige a los clubes Wilstermann y San José el pago de las deudas con varios jugadores que prestaron servicios la pasada temporada.
Un total de 280 mil dólares deben cancelarse en el curso de esta jornada, pero los dirigentes de ambos clubes han puesto de manifiesto que no existen esos recursos y que están imposibilitados de honrarlos.
El presidente de San José, Iván Ramos, manifestó la semana pasada cuando volvió al cargo, que no pagará ninguna deuda porque simplemente no cuenta con los recursos que reclaman los futbolistas y Fabol.
El paro también afectará a la concentración del seleccionado nacional, que debe comenzar a trabajar la siguiente semana en La Paz con vistas a la eliminatoria mundialista, según ha manifestado David Paniagua, asesor legal de Fabol.
Este extremo ha sido lamentado por los dirigentes nacionales, pero también se han pronunciado los directivos de los equipos ligueros que ahora están al día, en el entendido de que habrá un gran perjuicio por culpa de quienes han incumplido, algo de lo que no les cabe ninguna culpa.
Para los dirigentes de FABOL, el tema fue advertido con anterioridad y no se sienten responsables por la posibilidad de que haya un perjuicio posterior para los equipos.
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