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La Selección goleó a Alemania en el debut de Martino con un Di María imparable, diez puntos y un equipo combativo. A mejorar atrás, que el rival, con muchos suplentes, generó muchas situaciones y al final fue 4-2.
El Tata tiene Angel, sin dudas. El propio y a Di María, a quien puso por derecha, el que dio su espectáculo unipersonal en Düsseldorf. Decía Martino con sentido común que este amistoso no tenía nada de revancha, pero la herida por la final perdida no se van tan fácil y una vez que la Argentina estaba 4-0, quería más, al menos para hacerles pasar un mal momentos a estos alemanes que el 13 de julio nos amargaron la vida.
Fue el debut casi soñado por Martino, que en su primera vez tuvo que jugar sin el as de espadas Messi, sin Higuaín, sin Garay. Contra Alemania, que preparaba su fiesta de campeón y llenó el estadio con 45.000 persona, aunque con la ayudita de meter a pocos de la base del Mundial como Neuer, Kroos y Schürrle. Y fue demostrando que el espíritu combativo sigue vigente y también el talento. Como el de Di María, justo el que no jugó por lesión la final de Río, encendidísimo tras su pase al United, con la energía de un pibe de 15 años. Como la facilidad para generale situaciones, algo que se había sufrido al principio del Mundial: le metieron dos después de ponerse 4-0 pero antes le llegaron bastante.
Hubo un 4-4-3 como dibujo, que fue alterando cuando Lamela y Di María retrocedían bastante y Enzo Pérez y Biglia se cerraban para poblar más el medio. Hubo un técnico que vivió con serenida el partido y un Di María que la rompió como Messi cuando juega con la derecha, enganchando con la zurda hacia adentro: gran pase a Agüero para el 1-0, centro para una exquisita definición de Lamela, tiro libre bomeado para el cabezazo de Fede Fernández y golazo propio, picando por derecha, para el 4-0.
Con la goleada tempranera del segundo tiempo, cambió la mano más allá de la sed de más goles y el partido fue otro. Muchos cambios, Mascherano gritando como siempre para mantener la concentración, Alemania atacando para algún gol del honor, Argentina ya agrupada más cerca de Romero y un ritmo de juego menos veloz.
Esto recién empieza, el Tata arrancó con el pie derecho contra un equipo que el domingo comienza a jugar la clasificación a la Eurocopa y el grupo le demostró y se desmostró que será duro para cualquier, aún sin Messi. Y si Di María sigue jugando así…
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