Internacional
Daños valuados en más de 100.000 millones de USD
Estadounidenses demandan ayuda por el Harvey

Sábado, 2 Septiembre, 2017 - 19:52

Todo Estados Unidos mira compasivo a Texas y Luisiana. En uno de los fines de semana festivos más emblemáticos del año, que incluye el lunes el Labour Day (Día del Trabajo), descanso obligado antes del arranque del curso, y hoy domingo un día de oración decretado por el presidente Trump, todo el país se acuerda de las víctimas de la mayor catástrofe natural de la historia, si se mide en daños materiales.

El medio centenar de fallecidos que acumula por ahora Harvey no es comparable con los más de 1.800 que dejó el huracán Katrina, pero se ha disparado el coste que va a requerir la reconstrucción de viviendas e infraestructuras, la normalidad truncada de los ciudadanos y de los negocios.

Los primeros cálculos apuntan a 125.000 millones de dólares sólo en Texas, según su gobernador, Gregg Scott. Cuando se sumen las necesidades de Luisiana, y, en menor medida, de otros estados del sur, en los que aún descarga Harvey, pueden alcanzar los 150.000 millones, de acuerdo con las estimaciones de algunos congresistas.

La Casa Blanca ha presentado una primera petición formal al legislativo estadounidense de 7.850 millones de dólares, destinada a los damnificados por el desastre.

Se abre ahora un proceso que obligará previsiblemente al Congreso a romper el techo de deuda, una de las inquietudes de la mayoría republicana. Pero la desolación de tantos miles de estadounidenses y las impresionantes imágenes de un largo reguero de más de 150 kilómetros que todavía cubre de agua autopistas y terrenos entre Houston y Beaumont, serán suficientes para que los congresistas den un giro a su política de contención del gasto.

La pareja presidencial volvió ayer a Texas, visita a la que sumó Luisiana, el otro estado más afectado por las inundaciones.

Esta vez para tener un contacto más estrecho con los afectados por el devastador huracán. En Houston, Trump y la Primera Dama, Melania, intentaron sacudirse las críticas recibidas cuando el pasado miércoles eludieron el contacto directo con los damnificados. Su presencia en Corpus Christie y Austin, ciudades alejadas de Houston, considerada la zona cero de la catástrofe, respondía a la necesidad de no interferir en las tareas de rescate.

Ayer, Trump y su mujer protagonizaron escenas más humanas, de cercanía a las familias que lo han perdido todo. Sólo en Houston, se calcula que pueden haber quedado en ruina más de 150.000 viviendas. En el conjunto de Texas, el número de personas que tuvieron que ser rescatadas asciende a 30.000, mientras que superan el millón los ciudadanos que tuvieron que abandonar su casa, alertados por las autoridades.

Cuando los Trump llegaron ayer a Texas a media mañana, la Casa Blanca había formalizado la demanda de ayuda al Congreso, que se concretará en 7.400 millones de dólares destinado a un fondo de desastres.

Los 450 millones restantes servirán para que los comercios y pequeñas empresas se beneficien de créditos al menor interés posible. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, desveló ayer que son ya más de 311.000 las personas damnificadas que han pedido formalmente ayuda económica al Gobierno.

En el caso del estado de Texas, uno de los problemas que han tenido que afrontar los afectados es que el pasado viernes se veía modificada la legislación por otra menos favorable en las demandas de compensaciones a las aseguradoras.

Tomado de ABC.

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