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El 4 de marzo de 1945 cuando Pablo Neruda fue electo Senador de la República de Chile, votaron por él miles de gentes sin escuela, sin zapatos, sin comida y sin trabajo; miles de gentes que lo único que tenían asegurado era una muerte segura. ¿Cómo había logrado el poeta de apenas 40 años, conmover a esos hombres y mujeres abandonados en la soledad más oscura? “Mi poesía abrió la comunicación y pude andar y circular y ser recibido como un hermano imperecedero por mis compatriotas de vida dura”, escribió luego Neruda en sus memorias, quien desde su temprana edad y desde sus versos había tomado partido por ellos.
A 70 años de aquellos sucesos, otro poeta, Nerudiano confeso, emprende en Santa Cruz de la Sierra su campaña para ser Alcalde de ese pueblo adormecido por el ruido, el humo y el cemento. En su presentación ante la prensa ha dicho que quiere encabezar un Gobierno Municipal más humano. Como crece todo lo que en la naturaleza tiene vida, este poeta, ahora candidato, comenzó en 1985, rompiendo con los moldes de la poesía tradicional cruceña; eso le valió duras críticas y persecuciones de algunos círculos que se creen dueños hasta de las palabras que deben decirse, pero también le valió respeto admiración y triunfos.
Tiene en su HABER, haber sido máximo dirigente universitario de estudiantes y profesores, haber sido Vicerrector y Rector de la Universidad donde se formó como abogado; fue Concejal Municipal; últimamente fue Embajador Adjunto ante Naciones Unidas para la presidencia del G77, coordinando la excelente realización de la cumbre del G77+China, que se realizó en junio del año pasado en Santa Cruz de la Sierra; tiene publicado más de 10 libros entre poesía cuento e investigaciones que se suman a su elevada sensibilidad por lo esencial y a su declarada locura.
Reymi Ferreira, antiguo y consecuente militante socialista, pienso yo, que es el mejor referente que tiene la izquierda para profundizar el proceso de cambio en Santa Cruz de la Sierra y para neutralizar la invasión paracaidista que se ha incrementado en la última y venidera elección. Reymi Ferreira (como lo hizo Neruda) será capaz, de recuperar en el cruceño su capacidad de asombro; será capaz de organizarlo para convertirlode masa en fuerza transformadora; pero antes, será capaz de convencer a los votantes que él es la buena noticia que su pueblo está esperando para ganar con arrolladora mayoría, como ya lo hizo en reiteradas ocasionesen la Universidad Cruceña; pero particularmente en las elecciones del 2008 para Rector, cuando su libro de poemas “esas cosquillas llamadas amor” fue el principal instrumento de campaña.
Reymi encarna la lógica de hacer de la política un arte; eso es de tomar decisiones razonadas y consensuadas. Aunque a la mayoría de los poetas les cuesta mucho ser razonables, Reymi puede hacer que su gestión como Alcalde sea una gestión más humana (como él la quiere); estoy seguro que sus encendidos y poéticos discursos de campaña despertará a poetas, músicos, pintores, caricaturistas, bailarines, cuentistas, escultores y cuanto artista existe en nuestra patria y en ese despertar, despertará al pueblo, para qué asista sin excusa alguna, a esta impostergable cita con la historia, con la poesía y con la locura de un hombre, que abrirá los caminos que recorrerán luego los cuerdos.
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