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Más de 450 plantas de garabatá fino o dajudie, fueron trasplantadas en las cercanías de la comunidad ayorea de Motacusito en Santa Cruz, para que las mujeres utilicen la fibra de esta planta en la elaboración de sus artesanías y tejidos tradicionales.
La Gobernación cruceña a través del proyecto Reposición del Garabatá Fino o Dajudie, para su aprovechamiento sustentable en áreas degradadas del pueblo Ayoreo, busca que las comunidades indígenas que perdieron el cultivo de garabatá de sus tierras, vuelvan a cultivarlas para tener nuevamente la materia prima con la que realizan sus artesanías.
Eber Menacho, director de Recursos Naturales de la Gobernación, informó que el proyecto tiene previsto llegar a cinco comunidades ayoreas con la reposición del garabatá y evitar el recorrido de grandes distancias para sacar la fibra que necesitan para la elaboración de sus artesanías.
Trabajo ancestral
Las comunidades ayoreas como parte de su cultura, desde tiempos ancestrales, han trabajado con la fibra de garabatá para realizar sus tejidos y utensilios, pero de un tiempo a esta parte, esta planta ha desaparecido y ha provocado que muchas mujeres ayoreas dejen de realizar sus tejidos y artesanías, situación que afecta directamente en la perdida de sus costumbres.
“Estamos contentos con el proyecto de la Gobernación pues las plantas de garabatá estaban lejos de las comunidades, ahora las tenemos cerca y nuestras mujeres podrán mantener nuestra cultura”, señaló Isaac Dosapei Etacore, comunario de Motacusito.
Los comunarios de Motacusito, se comprometieron a cuidar y preservar la plantación, para que los ayoreos realicen un manejo sostenible de esta planta y continúen produciendo sus tejidos y a la vez preservando su cultura.
El proyecto de reposición estará presente también en las comunidades de Santa Teresita (municipio de San José), Tobite (Roboré), Rincón del Tigre y Corechi (Carmen Rivero Torrez).
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