No usan dinero recaudado en arribo de Virgen a La Paz

Carmelo Galdós, párroco de la iglesia de Copacabana, informó a Erbol que durante la visita de la Virgen a La Paz, en junio de este año, los organizadores de la procesión recaudaron 50 mil bolivianos.  Ese dinero fue donado por los feligreses paceños que recibieron a la Patrona en sus lugares de residencia. 

Los recursos han quedado en manos de los dirigentes de la Federación de Juntas Vecinales de Copacabana. Según Galdós, en una cuenta bancaria de la FEJUVE hay ahora 45 mil. 

Sin embargo, pese a existir esos recursos, no se sabe cuándo serán invertidos en la seguridad del patrimonio de la Virgen como se había prometido. Ya han pasado casi seis meses desde que se produjo el robo de las 18 joyas en el Santuario. El sitio sigue careciendo de la seguridad requerida.

Sistema de seguridad

Un sistema de seguridad con alarmas y cámaras está cotizado en alrededor de 80 mil bolivianos. Un esquema más limitado al lugar donde está la Virgen podría costar 35 mil. Ahora que más feligreses empiezan a llegar al sitio, se hace más urgente implementar una tecnología de este tipo. 

El padre Galdós expresó su tristeza por el hecho de que el avance en las investigaciones del robo es prácticamente “nulo”.  

“Desde hace seis meses en que se dieron los hechos, por instigación de personas con otros intereses, se trató de inculpar en el hurto a los hermanos del Santuario, pero ni con yatiris, que han contratado para eso, se les ha podido probar nada. No conocemos avances de la fiscalía para saber quiénes son los autores y adónde han ido a dar las joyas”, señaló la autoridad eclesiástica.

Actualmente hay siete personas imputadas, pero el juicio tampoco ha comenzado. La Iglesia espera que el proceso se inicie para poder esclarecer lo ocurrido. Galdós opina que dado de que se han dado varios robos a distintas iglesias, los autores serían parte de una red internacional. 

El Ministerio de Culturas ha realizado un inventario de las joyas y ese documento es el que sirve ahora para lograr su recuperación.