Opinion

SOBERANÍA COMUNICACIONAL, INFORMARSE Y OPINAR
Soberanía Alimentaria
Katherine Fernández
Lunes, 31 Agosto, 2015 - 20:43

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Ya tenemos comprendido que la opinión pública es una institución social que ha costado sangre, todavía hay personas que recuerdan que opinar era suicidarse hace pocas décadas en los gobiernos dictatoriales. ¿Cómo podemos dejar entonces que retornen esos tiempos?

En La Paz se ha generado un movimiento de oyentes en defensa de su derecho a informarse y opinar, ocasionado por la decisión de la periodista Amalia Pando de retirarse de la radio FM 100.9 ERBOL, ante las presiones del gobierno nacional ya esclarecidas como tales en la conversación del  último programa En Directode hoy jueves 27 de agosto, realizada por ella a Andrés Gómez, ex Director de la emisora.

La carta de renuncia presentada por Amalia no fue solamente un anuncio de retirada, pues con o sin intención, fue un detonante que movilizó a la ciudadanía porque una vez más la esencia de la democracia está siendo vulnerada. Por supuesto no es noticia que el periodismo recibe permanentespresiones, persecución, acoso, amenazas y muerte por decir las cosas que pasan. Uno de los principales miedos del poder es a los medios de comunicación, por lo tanto acallarlos se ha convertido en una de sus tareas diarias, no solamente en nuestro país.

Desde que se han creado los derechos humanos, luego de la Segunda Guerra Mundial, hemos aprendido a convertir cualidades de la vida que deberían vivirse de manera natural, en derechos para poder elaborar leyes que garanticen su ejercicio: derecho a la alimentación, a la justicia, a la vivienda, a la salud, a la información, etc. Y a pesar de que hemos aprendido a categorizarlos como tales, poco hemos podido ejercerlos, más bien la situación nos obliga a dedicar el tiempo a defenderlos.

La movilización oyente significó para ERBOL también el reconocimiento de su trabajo de estos últimos años que, además ha sido coronado con el mayor trofeo que un medio de comunicación pueda soñar, los aportes económicos voluntarios dejados día a día en la misma emisora y en la cuenta bancaria, que son consistentemente una respuesta directa al poder central.

Sin embargo con gran sorpresa recibimos todos del Directorio Nacional de ERBOL, la carta de agradecimientoy aceptación de la renuncia de Amalia. Después del curso de los recientes acontecimientos: la marcha de los oyentes, las pancartas, las llamadas, las visitas emotivas a la emisora, los debates en otras radios y canales de televisión, los titulares, la explosión de las redes sociales; pues se esperaba una respuesta política que, por supuesto, no iba a dirigirse solamente a la periodista, sino inevitablemente portaría un mensaje al movimiento oyente. Qué ocurrió con el Directorio, no sabemos exactamente, pero ese agradecimiento no era la respuesta esperada, por eso continuamos a la expectativa de una manifestación más clara y una lectura más aguda de los hechos. Pareciera que ellos están atados de pies, manos, boca y oídos. Si es así, es que no están solamente recibiendo presiones y negativa de publicidad de parte del poder, sino algo más grave y preocupante.

La salida de Amalia Pando de ERBOL es un hecho portador de una derrota para la movilización de los oyentes que conformaron una trinchera pacífica de defensa de su derecho comunicacional. Solo nos queda esperardos cosas, primero que los oyentes no se desmovilicen y segundo que el Directorio de ERBOL se manifieste frente al rechazo generalizado que está expresando la gente a esa carta de agradecimiento con buenos deseos dirigida a la periodista.