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La ciudad de La Paz está rodeada de zonas que se dedican a la agricultura familiar y otorgan hermosos paisajes rurales que se entremezclan con el avance de la urbanización, entre ellas existen 33 comunidades organizadas bajo el nombre de La Cumbre, que corresponden a la Subalcaldía Hampaturi. Sin duda sorprende gratamente encontrar esta cantidad de comunidades que todavía se dedican a cultivar papa, hortalizas y tienen vacas, ovejas, llamas y gallinas.
Tristemente en estas zonas, que serían la continuación de Achachicala, Plan Autopista, Pampahasi, Kupini o Achumani, hay familias que están denunciando que sus ovejas y terneritos han sido atacados por perros cuyo origen se encuentra en la moderna ciudad de La Paz, abandonados desde cachorritos que terminan vagando hambrientos y entran en estado de desesperación.
Similar situación se ha presentado también en Villa Ingenio, Distrito 5 de El Alto, por la ruta hacia Tiwanacu, donde los vecinos han tenido que enfrentarse a perros agresivos hasta el punto de tenerlos que sacrificar para protegerse.
Esta situación evoca un capítulo de la famosa serie norteamericana “La Familia Ingalls”, donde las niñas se vieron atacadas por perros que se agruparon en jaurías porque se vieron maltratados y abandonados por sus dueños, sometidos a hambre y sed, fue un capítulo de terror donde las pequeñas lograron salvar sus vidas escondidas en el granero, solo gracias a que llegaron los padres y vecinos que tuvieron que matar a los perros.
Se comprueba que los perros vagabundos que no reciben amor en una ciudad descuidada e irresponsable, tienden a formar pandillas peligrosas, tal como lo hacen las personas. Es una situación en la que todos y todas somos culpables, arriesgando incluso a nuestra propia infancia. Por eso los grupos de voluntarios amantes de los animales llevan años luchando para hacernos entender que no son objetos, ni accesorios, ni adornos de la casa que pueden desecharse. Hemos llegado a tal punto de dejadez social que si bien el perro es el mejor amigo del hombre, éste se ha convertido en enemigo del perro.
Susana Carpio de Animales SOS ha otorgado datos importantes, por ejemplo existe sobrepoblación canina por la cual estamos en emergencia expuestos a distintas enfermedades originadas en las toneladas de eses fecales que se secan cada día en las calles y se convierten en polvo que llega con mucha facilidad a nuestros alimentos.
Todos conocemos ya la campaña de esterilización gratuita, ahora esta tarea es urgente para cada persona, tanto desde la acción concreta como desde la presión social permanente, gestionando ante Zoonosis del Gobierno Municipal de La Paz la esterilización de perritas callejeras. De igual manera es necesario regular la tenencia de animales, no solo los mestizos sufren maltrato, los llamados de raza también sufren cuando son sometidos a la reproducción para el negocio que debería ser ilegal. Necesitamos que los medios de comunicación habiliten espacios y cobertura para las denuncias y nos otorguen información precisa para poder acudir a oficinas municipales y también a aquellas entidades voluntarias cuyo esfuerzo sacrificado por la protección de los animales no solamente no es reconocido, sino que subvenciona una competencia gubernamental.
Es hora de demostrar un mínimo de madurez colectiva y calidad humana, no podemos llamarnos ciudad maravillosa con semejante problema de maltrato social e institucional hacia los perros y perras que a su vez se está derivando en ataques a otros animalitos por hambre.
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