Opinion

UNA OPOSICIÓN SIN ALTERNATIVAS
Ojo al Charque
Constantino Rojas Burgos
Jueves, 13 Abril, 2017 - 19:13

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Pareciera que la oposición es la causante de todos los males que ocurren en el país. Para el Gobierno parece ser el “chivo expiatorio” al que quieren cargarle toda la culpa para estar libres de conciencia y no aceptar que internamente no se ejerce control en sus propios militantes en el manejo de la cosa pública.

La oposición —partidos políticos— se encuentra prácticamente debilitada y sin rumbo, sin horizonte ni propuestas políticas para el país y sin posibilidades de hacerle frente al Movimiento Al Socialismo (MAS) en las Elecciones del 2019, como alternativa que pueda ofrecer un nuevo liderazgo independientemente de su posición ideológica y partidaria.

En la oposición encontramos siempre los mismos líderes, Jorge Quiroga Ramírez, Samuel Doria Medina, Rubén Costas, Jaime Paz Zamora, con una imagen deteriorada en la opinión pública, que no dejan surgir nuevos líderes igual que el MAS y se aferran en seguir de candidatos, pese a la falta de respaldo y de apoyo de la ciudadanía para enfrentar una elección.

Por el bien del país y de la democracia, la oposición tiene el desafío de conformar un frente único que pueda ser una alternativa viable en torno a un candidato que reciba el respaldo de la ciudadanía, sin que necesariamente pase por ser “derecha, neoliberal o vende patria”, en un contexto donde la izquierda y la derecha ya dejó de tener sentido por los acomodos y alianzas que en el pasado no eran posibles.

Tanto la oposición como el oficialismo tienen la obligación moral de promover el surgimiento de nuevos liderazgos que permitan cambiar el sistema político del país, con caras nuevas y dispuestas a generar partidos, movimientos con estructuras y respaldo ciudadano, en el entendido en que los vigentes ocuparon coyunturalmente la Presidencia y la Vicepresidencia y otros que perdieron elecciones consecutivas, razón suficiente para hacerse de lado.

Los “viejos líderes” de la oposición, deben dar paso a la conformación de un bloque de unidad incorporando ciudadanos notables y carismáticos para proponer y apoyar un candidato de unidad, tal que la ciudadanía apoye este bloque, porque se encuentran cansados de tanto ultraje del oficialismo que controla los poderes del Estado y las mismas organizaciones y movimientos sociales en detrimento de la democracia.

La oposición, asimismo, debe presentar nuevas alternativas de manera que canalice el descontento de la clase media, con una propuesta de un plan de gobierno a largo plazo, que garantice el respeto a la democracia, la justicia y los derechos políticos de los ciudadanos, la lucha contra la pobreza y la corrupción. Si la oposición continúa fragmentado, se corre el riesgo de facilitar y allanar el camino para que el MAS se quede 500 años en el Gobierno como es su intención.

Y no es que la derecha quiera volver al poder. Los líderes políticos deben entender que el país, merece una oposición inteligente y que gobierne no para satisfacer intereses de grupos o de personas que quieren aferrarse al poder, violando la Constitución Política del Estado, olvidando el interés común de todos los bolivianos sin discriminación de ninguna naturaleza.

La declaración conjunta en defensa de la democracia y justicia suscrito por dos ex presidentes, un ex vicepresidente y tres líderes de partidos políticos donde se denuncia la persecución, el control de los órganos electorales departamentales, el respeto a la voluntad del pueblo expresado en el referéndum del 21 de febrero y la elección de los magistrados, ya es una buena iniciativa con miras a unificar a la oposición con miras a las Elecciones Presidenciales del 2019.

El autor es periodista y docente universitario