Opinion

LAS CONTRADICCIONES DEL PODER POLÍTICO
Ojo al Charque
Constantino Rojas Burgos
Viernes, 30 Octubre, 2015 - 11:57

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Modificar la Constitución Política del Estado (CPE) para habilitar a la tercera reelección del Presidente y del Vicepresidente, es, como diría Jorge Lazarte, ex presidente de la Corte Electoral y analista político, adecuarla para que sea una “Constitución Para Evo (CPE)”, al expresar su criterio respecto a la posición que asumen los militantes del Movimiento al Socialismo (MAS), que buscan satisfacer sus ambiciones de permanecer en el poder, para instaurar su proceso de cambio que no cambia nada en el ámbito político. Más de lo mismo.

Aunque el voto es secreto, debo confesar que voté tres veces consecutivas a favor de Evo, sin ser militante del MAS. Como muchos, apoyé con mi voto a Evo Morales,porque parecía una alternativa a los gobiernos neoliberales, que después de más de dos décadas de haber recuperado la democracia de la dictadura militar, no fueron una respuesta para reformar las estructuras sociales y económicas injustas por las que vivió el país durante tantos años.

La presencia de Evo en el Gobierno podía haber tenido un matiz diferente, pero no fue así,  principalmente en el ámbito político que sigue una lógica de privilegios y desprecio a la clase media e intelectual, cuestionado por la corrupción en el Fondo Indígena, el uso y abuso de la propiedad de Estado para campañas electorales, control e injerencia en los poderes del Estado. Aunque debo reconocer que el gobierno, en los años de presencia en el poder, logró transformaciones que posibilitaron una mayor participación de los sectores originarios indígenas en el poder, tiene una buena imagen en el exterior, pero la propuesta del referéndum para la reelección, por supuesto que le resta puntos a su gestión gubernamental.

La democracia dicen que es el gobierno del pueblo para el pueblo y que Evo gobernaría escuchando al pueblo, nada de eso ha ocurrido, salvo al interior de su partido donde sus militantes funcionan con el voto consigna, un voto impuesto por la dirigencia de las organizaciones sociales que controlan los liderazgos en las ciudades y en el área rural para recibir favores, prebendas, regalos en infraestructura, movilidades, canchas con pasto sintético, tinglados y otros.

Dado que intelectuales del país han iniciado una campaña por el NO a la re-reelección a la Presidencia y la Vicepresidencia, me sumo a esta iniciativa para que se respete la Constitución Política del Estado y que se dé lugar al surgimiento de nuevos líderes —incluso en el propio MAS—, por el bien del pueblo que debe oponerse al surgimiento de caudillos que se sienten insustituibles para gobernar el país. La alternancia debe ser un principio respetado por los dirigentes del partido en función de gobierno, diputados y senadores del MAS, que, a título de tener los dos tercios, en el parlamento buscan imponer medidas antidemocráticas y anticonstitucionales.

La Constitución Política del Estado no puede modificarse en tan poco tiempo de su vigencia a favor de personas o de un partido político que tiene aspiraciones de quedarse 50 años en el poder. Es saludable que en nombre de la democracia que delega con su voto a los cargos de autoridad,  se respete la Constitución vigente, velando el interés común de los bolivianos que tienen un espíritu democrático para garantizar la normativa que rige la vida del país. Está claro que en democracia se puede ir a un referendo para votar por el sí o por el no, pero en temas que contribuyen a mejorar el sistema de gobierno para beneficiar al conjunto de los bolivianos y este no es el caso.