Opinion

LA CENICIENTA DEL MUNICIPIO
Ojo al Charque
Constantino Rojas Burgos
Sábado, 4 Noviembre, 2017 - 12:44

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Villa Rivero, pueblo donde se encuentra el Gobierno Autónomo Municipal de la Segunda Sección de Punata (El Valle Alto de Cochabamba), hace ya dos gestiones consecutivas está en manos de Alcaldes y Concejales que provienen de la comunidad de Aramasi. Asumen el Gobierno Municipal tras ganar las Elecciones con el Movimiento al Socialismo (MAS) en menoscabo del propio lugar que no se favorece con obras que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los mueleños.

 

Aramasi, distante a 3 kilómetros de Villa Rivero, cuenta con 3.740 habitantes debido a un proceso de urbanización, en el cual, a pesar de no vivir en la comunidad, se inscriben en el padrón electoral para ejercer su derecho al voto en la misma, a la que se trasladan días antes de la Elección y retornan a sus lugares de origen transcurrido el conteo de votos.

 

En cambio en Villa Rivero, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del total de población de 8.135 (Censo 2012) cuenta hoy solo con 671 habitantes, debido a la migración de los mueleños hacia otras latitudes del país, por razones de trabajo, estudio, nueva residencia, tienen menos posibilidades de lograr espacios de poder en la Alcaldía.

 

El problema no es que las autoridades municipales procedan de la comunidad de Aramasi, el inconveniente está en que todo el personal técnico que trabaja en el municipio viene de la misma comunidad o de lugares aledaños al Valle Alto y los mueleños que viven en el lugar, no tienen posibilidades de trabajar en dependencias de la Alcaldía.

 

Por otra parte, la dificultad está en el presupuesto irracional que se destina para construir obras en Aramasi. Al extremo que en el pueblo, con motivo del 102 aniversario del cambio de nombre de Muela a Villa Rivero, el 12 de octubre pasado, el gobernador Iván Canelas ofreció por tercer año consecutivo la construcción de un museo en honor a Gualberto Villarroel y a la fecha, no pasa nada.

 

Adicionalmente, de Villa Rivero se trasladan materiales de construcción: piedras, cascajo y arena para ejecutar obras en Aramasi, a vista y paciencia de los habitantes que viven en el pueblo y que no reaccionan ante esta actitud de menosprecio del Alcalde David Siles Herbas y sus concejales, que no participan de las actividades que organizan las Unidades Educativas, la Junta Administradora de Agua Potable y la Junta Vecinal, con quienes mantienen distancia.

 

En la reunión de la Junta del Agua del sábado 28 de octubre pasado, se informó que el Alcalde pone trabas para la instalación de gas en Villa Rivero que cuenta con la aprobación de Yacimientos para el año 2018. Sin embargo, Aramasi ya dispone de la planimetría y el presupuesto para recibir la dotación de este servicio. Lo paradójico es que la matriz de la tubería de gas debe pasar por Villa Rivero, pero no contará con el servicio sino hasta después que haya sido instalado en Aramasi. Los socios insistieron en tomar medidas de presión para que Villa Rivero sea el primero en recibir el servicio.

Villa Rivero está convertida en la cenicienta del municipio, frente a la indiferencia y apatía de los residentes mueleños en Cochabamba, que ni asisten a las reuniones y que necesitan un cambio de actitud para con su pueblo.

 

El autor es periodista y docente universitario