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Tal parece que el resultado del referendo del 21 de febrero, donde el 51.30% de los bolivianos votaron para no reformar el Artículo 168 de la Constitución Política del Estado (CPE) para una cuarta reelección del Presidente y del Vicepresidente, aún no ha sido asimilado como derrota por quienes apostaban ganar con al menos 70% del electorado a nivel nacional.
No procesan la derrota, y ahora aparecen ciertas voces de las “organizaciones sociales” que dicen que de todas maneras Evo y Álvaro serán candidatos en las elecciones del 2019, y que a partir de hoy estarán en las redes sociales para contrarrestar a la “oposición” copando con “equipos especiales desde las juventudes del oficialismo y los cocaleros”, evidencia de la preocupación que tienen de cara al futuro, de preservar y de reparar la imagen dañada del Presidente.
Según los mandatarios y algunos de sus ministros, las redes sociales habrían sido las culpables de la derrota, por las “mentiras” difundidas en la red implementadas por la derecha, la oposición, el imperio y los neoliberales que buscan desestabilizar el "proceso de cambio" que vive el país desde hace 10 años.
Está claro que en las redes sociales participan personas individuales a través de una cuenta y un teléfono o una computadora, también grupos que se asocian por un determinado interés.Existen,asimismo, activistas políticos de la derecha y también del oficialismo que, por cierto, han desplegado una intensa actividad de difusión y promoción para lograr adhesiones por el sí y por el no. No es correcto decir que el oficialismo ha estado ausente de las redes sociales.
Decir que las redes sociales son culpables de la derrota del sí, es una verdad a medias, ya que son solo un factor entre muchos. En el fondo, tiene que ver con los mensajes que circulan en la red,en la que implican al gobierno con casos de corrupción en el Fondo Indígena, el escándalo del Presidente y su expareja Gabriela Zapata Montaño con la que tuvo un hijo el año 2007 y el caso CAMC con la que el Gobierno hizo contratos millonarios y que no acaban de ser desmentidos por ningún lado.
Al escuchar comparar a las redes sociales conun “basurero” y con el “alcantarillado”, yo, como usuario cotidiano del Internet, diría que es undespropósito fuera de lugar, una forma de descalificar un medio presente en la actividad diaria de los jóvenes que tienen acceso permanente a las redes.
Seguro que hay basura en las redes,pero no somos receptores pasivos que nos tragamos con facilidad el cuento que circula en textos y "memes" a través de los cuales se expresa la rabia contenida del ciudadanoque reacciona apelando a la sátira y al humor que, por cierto, no gusta al Gobierno.
Mal usada, la red social puede parecer basura, pero se trata de una posición apocalíptica porque en general, uno encuentra información técnica, periodística, fotografías, "memes", ofertas de trabajo, venta de productos y servicios, una infinidad de mensajes con un estilo y tratamiento propio que es de interés de la gente que tiene la opción de elegir lo que más le gusta de la red social.
Decir que es una “alcantarilla" también resulta un extremo, en la alcantarilla circulan aguas servidas y excrementos, la red social no puede ser comparada de ese modo, porque la ciudadanía no busca olores ni sabores nauseabundos en la red, busca algo que sea ágil y que pueda satisfacer sus intereses que habitualmente pasan por la información y el entretenimiento, pero sobre todo, usar la red para intercambiar mensajes y hacerla más cercana a través de una comunicación virtual que permite la interacción y el intercambio permanente de mensajes virtuales gratificantes.
El uso de las redes sociales debemos verlo desde un punto de vista positivo en todas las disciplinas, diálogo sincrónico y asincrónico, interacción, espacios de encuentro y de interrelación, de fácil acceso, que rompe las barreras geográficas en el tiempo, libertad de expresión con mesura y equilibrio, sin dañar la imagen de personas allegadas al muro.
Pretender controlar y regular las redes como es el deseo del gobierno y sobre todo del diputado Borda, constituyen un atentado a la libertad de expresión y a la libertad de información a la que tiene derecho todo ciudadano establecido en la Constitución Política del Estado. El desafío es hacer un uso mesurado, consciente y respetuosopara hacer el bien y tener como un punto de encuentro y de intercambio de información al servicio del bien común.
El autor es periodista y docente universitario
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