Opinion

BELLACANGO
La Yapanet
Fátima López Burgos
Viernes, 9 Mayo, 2014 - 19:27

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Una de las frases mas lapidarias del léxico cruceño es la palabra "bellaco" que pronunciada en idioma oriental vendría a ser una "bellacada", de ahí el denominativo de la columna y el calificativo de bellacango para la segunda autoridad del departamento, Percy Fernández.

Fernández se mandó varias bellacadas en contra de varias mujeres cruceñas que quedaron impunes y fueron celebradas con risas y sonrisas  por sus seguidoras incondicionales. Nunca pensó que esas bellacadas, supuestamente inocentes y divertidas de su espontánea personalidad, se sumarían a una última bellacada que involucró a una periodista de una importante Red nacional, que cumplía su trabajo de cobertura.

La periodista con micrófono en mano, según las imágenes, intentó en más de dos oportunidades quitar las manos rápidas de la autoridad de su pierna, sin lograrlo.

A pesar de ello el bellaco siguió con la bellacada, sin percatarse que las cámaras ,como en las anteriores oportunidades, registraban en vivo las imágenes y ese seria el principio del fin.

Recordemos las bellacadas:

Bellacada 1.- Arrancar besos forzados a una funcionaria, mientras se procedía a la entrega de obras en Santa Cruz.

Bellacada 2.- Toquetear los gluteos de la concejala Desirée Bravo, que como hacía uso de la palabra en un acto público, sólo atinó a retirar la mano del burgomaestre y mantenerla en su sitio. Sin embargo la mano bellaca volvía al acecho.

Bellacada 3.- Manosear la pierna de la periodista Mercedes Guzmán que hacía cobertura en un acto público, transmitido en vivo.

Un detalle común de las mujeres "abusadas" es que sutilmente intentaron frenar al burgomaestre sin resultados. El bellaco insiste en las bellacadas y responde a las preguntas como un verdadero bellaco.

El esposo de la periodista llega a un acuerdo de satisfacción pública con el agresor, que fue emitido por medios televisivos , para luego declarar: "esta anécdota, queda cerrada y finalizada".

Lo que extraña es que la periodista agredida no haya dicho una palabra de aceptación o rechazo, su voz fue apagada y sustituida por la del esposo que recordemos no sufrió agresión alguna.

La vigente ley integral 348, reconoce jurídicamente estos hechos como "abuso deshonesto"  y determina que la autoridad que haya incurrido en este tipo de delito, debe cumplir al menos, cuatro años de reclusión.

Resulta inexplicable que sean las propias mujeres cruceñas que con pancartas de "Percy te queremos" contribuyan a que este tipo de comportamientos bellacos violen los derechos humanos de las personas y las discriminen sólo por el hecho de ser mujeres.

Estos actos bellacos deben ser sancionados como indica la ley. Percy Fernández debe renunciar a la Alcaldia cruceña y defenderse desde el llano, como lo haría cualquier macho.

¡Basta de violencia!.

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