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Hermanos siameses. Eso es lo que son palestinos y judíos. Pero uno de los hermanos tiene las armas más fuertes, misiles de última tecnología, mientras el otro lanza obuses hechos artesanalmente. La diferencia de fuego es clara en cuanto a las bajas: en esta última asonada israelí contra la Franja del Gaza han muerto 200 palestinos y un solo judío ha perdido la vida. 200 a uno. En cuanto a los heridos la diferencia es aún más grande: 1.500 heridos palestinos por cero israelíes.
El total de la confrontación desde la creación del Estado de Israel en 1848 ha causado unas 18.000 víctimas israelíes y entre 58.000 y 70.000 árabes y palestinos. El poder armamentista ha estado siempre del lado Israel, una verdadera potencia militar. Por ejemplo, en las denominadas “primera y segunda intifadas”, las revueltas por lograr la independencia palestina, murieron 1.223 israelíes y 6.791 palestinos.
El drama palestino comenzó más o menos hace un siglo. Si bien durante el siglo XIX se produjo el arribo de grupos de migrantes judíos que compraban tierras en las cercanías de Jerusalén y otras localidades para asentarse allí, escapando de la intolerancia europea, las primeras oleadas importantes se produjeron a principios de 1900, alentados por el surgimiento del sionismo, fundado por Theodor Herzl; éste defendía la idea de que la creación de un Estado judío en el territorio denominado entonces Palestina (que estaba bajo mandato británico) era la única manera de encontrar seguridad y librarse de las persecuciones que experimentaban.
Desde la aplastante victoria romana sobre los judíos y su expulsión, ese pueblo había vivido desparramado en varios países europeos o árabes, siempre bajo la amenaza de protestantes y católicos, que los persiguieron, amenazaron, robaron y asesinaron. A propósito, durante 2.000 años los judíos asentados en países europeos enfrentaron muchos más problemas que sus hermanos que vivían en zonas árabes y musulmanas debido sobre todo a la absurda idea bíblica de que Cristo murió a causa de los judíos (cuando Cristo y toda la población de entonces era judía).
Y entonces los judíos empezaron a llegar, hace unos cien años, a los alrededores de Jerusalén, lamentablemente restándole tierras a los palestinos y otros grupos árabes que habitaban en la zona. Los judíos tenían mejor organización, y sistemas de defensa, cosa de la que carecían dos palestinos, que se llevaron la peor parte. Los palestinos también aspiraban a contar con su propio Estado, con el que sueñan hasta hoy.
Tres décadas después la furia del nazismo asesinó a seis millones de judíos en Europa y la creación del nuevo Estado era ya imposible de evitar.
Hoy Israel ataca a la Franja del Gaza y parece estar realmente concentrado no solo en acabar con la idea de que convivan dos estados en esa región, sino realmente en acabar con el sueño palestino de tener algún futuro. Y por eso asesina a decenas de civiles inocentes, muchos de ellos niños. Y el mundo mira para otro lado.
Raúl Peñaranda U. es periodista
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