Social
Las represas San Antonio y Jirau ponen en peliegro, dicen
Cruzada sobre posibles efectos climáticos en límite Bolivia-Brasil

Martes, 24 Junio, 2014 - 18:18

Un grupo de técnicos y docentes universitarios de Bolivia y Brasil iniciaron con la cruzada de información y concienciación sobre posibles desastres naturales en la frontera de ambos países por la concentración máxima de las aguas en las represas San Antonio y Jirau.

“Estamos tratando de apresurar que el Gobierno brasileño y las empresas, también en Bolivia haciendo la socialización de la información, que el Gobierno y la sociedad boliviana perciba que las centrales eléctricas tiene que tener una operación cautelar y no trabajen con el nivel máximo”, señaló el investigador Luis Fernando Novoa, docente de la Universidad Federal de Rondonia, Brasil.

En la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), La Paz, efectuaron este martes el “Foro Internacional sobre las represas de la cuenca del Madera”, con el fin de explicar sobre los efectos socioambientales en territorio brasileño y el norte amazónico de Bolivia, los departamentos de Beni y Pando, que tienden a agravar por efecto del cambio climático.

En el evento también participó el investigador boliviano Andrés Bustamante, del Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade), y comentado por docente universitario Jorge Molina.

Novoa agregó que los técnicos independientes y que no son funcionarios de los gobiernos desde el 2006 vienen con el trabajo de advertencia sobre las consecuencias de la implementación de las represas brasileñas San Antonio y Jirau.

“En Brasil hubo un equipo de expertos que hablamos de gran parte de los efectos que pasaron de sedimentación, el remanso (de las aguas), la desestructuración social e incluso los efectos de sobre inundación”, sostuvo.

Según el investigador brasileño, las aguas subieron y salieron del cauce natural de los afluentes que causó un encharcamiento que afectó a toda la región, pero que las mismas continúan en el mismo estado, bajaron muy poco.

“Las aguas siguen mucho más altas que la media histórica, pero en tres meses van a empezar las lluvias en sitios aún muy húmedos y con mucha agua que preocupa muchísimo de que haya una crecida, en 2015, sobre lo que hay y que tendría efectos desastrosos o similares como pasó”, advirtió.

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