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El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, envió una carta al Papa Francisco en la cual pide al Santo Padre exhortar a las instituciones y movimientos, no sólo cristianos, que se comprometan a contribuir para acabar con la violencia hacia la mujer, niñez y adolescencia.
Villena solicitó al Pontífice que “pueda exhortar para que todos los religiosos y religiosas, los movimientos laicos, los colegios y universidades católicas, los movimientos juveniles, y los fieles en general; pero también conociendo su vocación ecuménica, instar en su estilo pastoral, a que todas las tradiciones cristianas universales y locales, y credos de otras religiones, asuman como prioritaria una acción conjunta, diaria y comprometida para disminuir y ojalá contribuir a la erradicación de la violencia en nuestro país, contra las mujeres, las niñas, los niños y adolescentes”.
En su nota, el Defensor recordó las cifras alarmantes de los 350 feminicidios ocurridos en los tres últimos años; los más de 70 infanticidios registrados durante 2014, los abusos y violaciones sexuales que superan las cifra de 14.000 por año, lo que coloca a Bolivia como el país latinoamericano con los mayores niveles de violencia física y el segundo en violencia sexual contra las mujeres.
En ese sentido, Villena reflexionó que “todas estas aberraciones sociales ponen al descubierto que somos una sociedad profundamente degradada, con familias diezmadas por la violencia y lo que es peor, cuadros inhumanos de naturalización de la misma; y frente a esta situación, un Estado con normativas dispersas y deficiente gestión pública, les lleva a posiciones insensibles para enfrentar de manera estratégica una crisis estructural”.
Asimismo, el Defensor pidió al Papa considerar la violencia contra contra mujeres, niñas, niños y adolescentes como “una afrenta a Dios; una degradación de la condición humana y una negación de toda fe, de toda doctrina, y de toda religión”.
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