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El vicepresidente Álvaro García Linera celebró la resolución de un juez ordinario contra el periodista Humberto Vacaflor en el juicio por difamación instaurado por el presidente Evo Morales y una resolución el Tribunal Nacional de Ética Periodística (TNÉP) contra Amalia Pando y Roxana Lizárraga a denuncia de la ministra de Salud, Ariana Campero.
Obligado por el juez, Vacaflor se retractó de haber señalado que Evo Morales ordenó el asesinato de los esposos Andrade el año 2002 en el Chapare, mientras que Pando y Lizárraga perdieron en el proceso ético y fueron emplazadas a brindar espacios para que Campero formule sus aclaraciones con relación a un supuesto embarazo y su capacidad profesional.
Según el vicepresidente, con ambos fallos “la verdad ganó 2 a 0 a la mentira” y “fue un balde agua fría contra los mentirosos y la infamia que algunos periodistas utilizaron para atacar al gobierno”. García considera que “Vacaflor, Pando y Lizárraga han prostituido la libertad de opinión” y al periodismo como profesión noble.
El segundo mandatario considera que los tres profesionales deberán trabajar mucho para restablecer su credibilidad ante la población, a través de una práctica con apego a la verdad y resaltó que la moraleja de ambos casos es que “la mentira no dura”.
García Linera elogió la decisión de los miembros del Tribunal de Ética porque restablece el equilibrio y constituye una señal histórica de protección al ciudadano, frente a la difamación y calumnias difundidas a través de los medios de prensa.
De parte del Gobierno, ratificó la confianza en la autorregulación de los medios de comunicación y descartó algún mecanismo de coerción, porque la resolución del Tribunal ha demostrado que los periodistas tienen capacidad de autorregularse.
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