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Son una serie de correos electrónicos supuestamente intercambiados entre varios opositores venezolanos, presentados este miércoles como evidencia de un presunto complot para asesinar al presidente Nicolás Maduro, informa BBC Mundo.
Según el vocero del grupo –el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez– el intento de magnicidio debía juntarse a las protestas callejeras y “un golpe militar, en evolución” para, según Rodríguez, producir un baño de sangre.
El objetivo, de acuerdo con el político, era generar un aumento de la violencia que justificara una intervención extranjera en el país suramericano.
La oposición, sin embargo, inmediatamente descalificó las acusaciones como parte de un nuevo "show" con el que las autoridades quieren intimidar a sus más fuertes críticos e intentar que la gente se olvide de los problemas “reales”.
“La única conspiración que hay es del gobierno contra el pueblo”, dijo el líder opositor Henrique Capriles.
Según Rodríguez, los correos publicados "forman parte de una investigación criminal y penal que viene llevando la administración de justicia venezolana".
Sin embargo, el alcalde caraqueño no explicó cómo justificaban los órganos judiciales la aparente violación del secreto del sumario o la publicación de una evidencia que, de ser cierta, podría incentivar la huida de los supuestos culpables.
“El alto mando revolucionario está haciendo la denuncia para tratar de detener esta locura”, fue la única explicación ofrecida por el funcionario.
Las “pruebas”
La mayoría de los correos presentados por Rodríguez tienen como supuesta protagonista a la exdiputada María Corina Machado, quien inmediatamente calificó las acusaciones de “infamia”.
Y muchas de las frases que se le atribuyen a la exdiputada en realidad bien podrían interpretarse como una simple reafirmación de las tesis de “La Salida” -consistentes en promover protestas de calle con el objetivo de forzar la renuncia del presidente Nicolás Maduro- que Machado siempre ha defendido abiertamente y por las que también apuestan algunos sectores de la oposición venezolana.
“Yo ya lo decidí y la lucha es hasta que este régimen se vaya”, es una de las frases que contienen los supuestos correos.
“Calle, más ingobernabilidad, la acción de los activistas en el Metro, Metrobús, liceos bolivarianos, universidades públicas. Todo, todo lo vamos a invadir con mujeres expresando la desesperación de vivir en un país sin libertad. Basta de indiferencias, esta lucha es hasta el final”, prosigue el material presentado por el alcalde de Caracas.
Hay, sin embargo, otras dos frases que, de ser ciertas, serían más problemáticas.
“Hay que limpiar esta porquería comenzando con la cabeza, aprovechando el clima mundial en Ucrania y ahora en Tailandia”, es la primera, supuestamente escrita en un correo enviado el 23 de mayo.
“Yo creo que llegó la hora de acumular esfuerzos, hacer la llamada necesaria y obtener el financiamiento para aniquilar al Maduro, y lo demás caerá solo”, dice la otra, que pertenece al mismo supuesto mensaje.
Por sí solas, e incluso de comprobarse que son ciertas, estas expresiones no demostrarían la existencia de un complot real para eliminar físicamente al actual mandatario venezolano.
Pero, según Rodríguez, las autoridades también tienen en su poder evidencias de los esfuerzos para comprar armas, así como de reuniones donde se habría hablado del magnicidio y otras para intentar estimular un golpe de Estado.
Y el alcalde caraqueño aseguró que las mismas serán presentadas “más adelante”.
“Un burdo montaje”
Mientras tanto, el dirigente del PSUV ofreció mostrarle las pruebas a la opositora Mesa de la Unidad Nacional, a la que retó a desmarcarse públicamente de los supuestos planes.
Y también hizo lo propio con el Departamento de Estado de EEUU, a quien acusó de apoyar algunas acciones de la oposición y de dar instrucciones, supuestamente por boca del actual embajador de EEUU en Bogotá, Kevin Withaker.
Rodríguez apuntó que ese apoyo fue mencionado varias veces por figuras políticas de oposición a las que señaló como corresponsables del presunto plan, entre ellas Gustavo Tarre, Henrique Salas Romer, Diego Arria y Pedro Mario Burelli.
La oposición venezolana, sin embargo, no parece darle especial credibilidad a las acusaciones.
Y esta no es, de hecho, la primera vez que el gobierno vincula a Machado con supuestos planes para un magnicidio o un golpe de Estado.
“¿Dónde están las pruebas de todos los anteriores golpes de Estado que Nicolás ha denunciado? La verdad conspira contra Nicolás”, se preguntó Henrique Capriles.
Y aunque Machado reconoció públicamente que trabajaba para lograr un cambio de gobierno, insistió en que sus esfuerzos estaban dentro de los límites constitucionales.
“Yo al señor Maduro no le deseo nada malo. Señor Maduro, yo solo deseo su renuncia”, dijo la exdiputada, quien acusó a las autoridades de fabricar los mensajes para intentar incriminarla, utilizando una cuenta de correo que no había usado hacía más de un año.
“Han usurpado mi identidad, ingresaron en mi correo y crearon mensajes falsos”, aseguró Machado, y aseguró que podía denunciar al Estado por simulación de hecho punible, usurpación de identidad e incitación al odio, entre otros delitos.
La líder opositora también prometió no marcharse del país, a pesar de la amenaza de un posible arresto.
Esa posibilidad será, de hecho, la primera prueba que tendrán que pasar las acusaciones.
Porque el inicio de un proceso legal es un paso necesario -si bien no suficiente- para empezar a demostrar si detrás de los señalamientos, en esta ocasión, hay algo más que meras palabras.
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