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Una delegación del Vaticano enfrenta este jueves en Suiza un interrogatorio público de un panel de Naciones Unidas sobre alegatos de delitos sexuales contra menores cometidos por clérigos católicos.
Es la primera vez que la Iglesia católica tiene que defender en un foro público su accionar en los casos de abuso infantil.
Los que piden justicia para las víctimas describen esta reunión como crucial y la audiencia, que tiene lugar en Ginebra, es transmitida por internet.
El representante en Ginebra del Vaticano, arzobispo Silvano Tomasi, y monseñor Charles Scicluna, exfiscal de crímenes sexuales dentro de la iglesia, encabezan la delegación.
Tomasi ha indicado que el abuso sexual de niños "no puede ser nunca justificado".
Se espera que el Comité de la ONU de Derechos del Niño pregunte por qué la Iglesia no entregó a la policía a supuestos delincuentes.
Responsabilidad de cada estado
El Vaticano se ha rehusado a entregar a la ONU los resultados de una investigación interna sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes.
Los responsables de la sede católica indicaron que los casos eran responsabilidad de los sistemas judiciales de los países donde había ocurrido el abuso.
La Iglesia católica enfrenta denuncias de que permitió el abuso sexual contra miles de niños al proteger a sacerdotes pederastas en detrimento de las víctimas.
En julio del año pasado, el comité pidió información detallada sobre los casos de pedofilia notificados al Vaticano desde 1995.
Se preguntó si sacerdotes, monjas y monjes encontrados culpables de crímenes sexuales siguieron en contacto con niños, qué medidas legales se tomaron en su contra y si las denuncias fueron silenciadas.
“Respuesta inadecuada”
El papa Francisco dijo que enfrentar los casos de abuso sexual es vital para la credibilidad de la Iglesia Católica.
El Vaticano ha sido criticado por “la respuesta inadecuada” que ha dado a los alegatos de pedofilia por parte de sacerdotes.
El mes pasado, el Papa anunció que establecería un comité del Vaticano para combatir abusos sexuales infantiles en la Iglesia y ofrecer ayuda a las víctimas.
También reforzó las leyes del Vaticano sobre abuso infantil y amplió la definición de crímenes contra menores para incluir abusos sexuales de niños.
La Santa Sede es signataria de la Convención de la ONU sobre Derechos del Niño, un instrumento legal que los compromete a proteger y apoyar a los más vulnerables de la sociedad. Y este tipo de audiencias son obligatorias para los firmantes. El Vaticano ratificó la convención en 1990. Su primer y único informe de progresos fue entregado en 2012. (BBC)
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