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Matan a Miguel Ángel Jiménez Blanco, el activista que lideró la búsqueda de los 43 estudiantes de Iguala
MIguel Ángel Jiménez Blanco le dijo a BBC Mundo en diciembre que los cerros alrededor de Iguala son un cementerio.

Lunes, 10 Agosto, 2015 - 10:03

El líder de un grupo de autodefensas en Guerrero, México, fue hallado muerto el sábado por la noche con un disparo en la cabeza.

Miguel Ángel Jiménez Blanco ayudó a cientos de personas en la búsqueda de sus parientes desaparecidos en el estado de Guerrero, donde 43 estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre del año pasado.

El cuerpo de Jiménez Blanco apareció en el asiento del conductor en el taxi del que era propietario.

Según informó la fiscalía del estado de Gerruero, el vehículo estaba "estacionado en la carretera que conecta a la Ciudad de México con el turístico puerto de Acapulco, a la altura del poblado de Xaltianguis".

El comité de búsqueda "Los otros desaparecidos de Iguala" escribió en su página de Facebook un emotivo recuerdo sobre Jiménez Blanco:

"El mago de Oz, que ayudó a las familias a tener valor y salir a buscar a los cerros, que Dios te tenga en su gloria fuerza y fortaleza a tu familia. Y que la semilla que sembró en los que salen a buscar a su familiar no los paralice el miedo".

Iguala, "un cementerio"

Fue la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa, en la ciudad de Iguala, lo que arrojó luz sobre los casos de otros miles de personas desaparecidas en este estado plagado por la violencia de bandas criminales.

Indignado ante la falta de acción por parte de las autoridades, Jiménez Blanco recorría regularmente los cerros de Guerrero cavando en busca de cuerpos y buscando pistas.

Además, ayudó a organizar un grupo que se llama "Los otros desaparecidos de Iguala", formado en su mayor parte por mujeres que se encuentran cada domingo para buscar los restos de sus seres queridos.

Desde que el grupo empezó sus trabajos, ha encontrado 129 cuerpos que han sido entregados a las autoridades para su identificación.

Jiménez Blanco señaló que, después del caso de Ayotzinapa, 300 familias se acercaron para decir que tenían familiares desaparecidos.

David Cienfuegos, secretario del gobierno del estado de Guerrero, le dijo en ese momento a BBC Mundo que muchas familias permanecieron calladas durante décadas por miedo a las represalias.

"Muchos crímenes relacionados con la desaparición de personas necesitan una denuncia ante la policía para que se pueda abrir el caso.

"En la última década en Guerrero ha habido pocas denuncias porque las familias están asustadas. Temen que la propia policía esté involucrada en las desapariciones", añadió Cienfuegos.

Una inspiración

En una entrevista concedida al diario Los Angeles Times, uno de los amigos de Miguel Ángel Jiménez Blanco, Mario Vergara, cuyo hermano desapareció el año pasado, dijo que el activista ahora muerto motivó a cientos de familias".

"Nos enseñó cómo buscar y cómo insistir y cada día nos daba energía para continuar".

Los padres de los 43 estudiantes y muchos otros mexicanos rechazan la versión oficial sobre lo sucedido.

El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto insiste en que los estudiantes murieron a manos de criminales que actuaron bajo las órdenes de la policía local corrupta.

Según esta versión, los cuerpos fueron quemados y los restos arrojados a un río, pero hasta ahora sólo un estudiante ha sido identificado.

Líder de un grupo de autodefensas

Jiménez Blanco, que en 2013 fundó en Xaltianguis un grupo de autodefensas ante el acoso de narcotraficantes, "pertenecía a la organización de la Upoeg (Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero) de la policía comunitaria", indicó la fiscalía.

Jiménez encabezó una comisión de la Upoeg de búsqueda de los 43 estudiantes de la escuela rural para maestros de la comunidad de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014.

La Upoeg surgió en enero de 2013 como un grupo de autodefensa para hacer frente a los embates de narcotraficantes, una iniciativa que se replicó en el vecino estado de Michoacán, bastión del cártel Los Caballeros Templarios, señalados como responsables de extorsiones, secuestros y asesinatos, y otras regiones.

Tras la detención y abatimiento de los cabecillas de ese cártel, que también operaba en Guerrero, el gobierno de México decidió disolver las autodefensas en mayo de 2014 para que sus miembros pasaran a formar parte de un nuevo cuerpo oficial de policía rural.

Más de 20.000 personas están desaparecidas en todo el país. (Información tomada de www.bbc.com)

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