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España ha decidido elevar al nivel 3, de intensidad baja, el estado de alerta antiterrorista. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha tomado esta decisión tras barajarla durante todo el día y después de mantener una reunión con los máximos responsables en la materia del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil, del CNI y del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco).
“Se eleva el nivel si quiera sea de forma transitoria, sin que exista una amenaza concreta sobre España”, ha subrayado el titular de Interior, que ha añadido inmediatamente a continuación que “no existe ningún elemento objetivo que permita hablar de un riesgo adicional de atentado en el país como consecuencia de los sucesos conocidos este miércoles”. “Otra cosa es que el escenario internacional nos permite ahora hablar de una amenaza genérica que compartimos todos los países occidentales de forma general”, ha apostillado el ministro.
El alza del nivel de alerta se ha producido después de que Interior pusiera en marcha a primera hora de la tarde un plan “urgente” preventivo de protección de las infraestructuras que podrían ser objetivo de atentados yihadistas; como estaciones, aeropuertos, centrales nucleares y eléctricas, según han explicado fuentes policiales. A raíz de ello, las comisarías generales de la policía y las divisiones de la Guardia Civil se han encargado de adoptar con carácter inmediato las medidas necesarias, "siendo necesaria la participación de todas las unidades policiales para cubrir todas las infraestructuras críticas", según las mismas fuentes. Al margen de esta actuación, el Ministerio del Interior ya había ordenado a todos sus efectivos que "extremen las medidas de seguridad, tanto en el aspecto individual como en el relativo a todas las dependencias policiales".
En España existen cuatro niveles de alerta, del 1 al 4, además del considerado como riesgo 0. Cada uno se divide, a su vez, en dos grados: de baja y alta consideración. El país se encontraba desde el pasado 9 de septiembre en el nivel 2 y, dentro de este, en el grado más alto de alerta —conocido como de “alta intensidad”, según resalta Interior—. Ese día, según explicó Fernández Díaz, el Gobierno decidió elevar la precaución, preocupado por la amenaza terrorista procedente del Sahel y Libia; así como de Siria e Irak, después de que las fuerzas de seguridad supiesen del regreso de combatientes yihadistas procedentes de estas últimas zonas en conflicto.
Según informan fuentes de la lucha antiterrorista, Interior ya activó en Madrid un máximo estado de alerta en diciembre, después de que detectasen conversaciones y comentarios en foros integristas que apuntaban directamente a España como uno de los principales objetivos de los fundamentalistas. Aunque no se elevó oficialmente el nivel de alerta, las fuerzas de seguridad sí reforzaron la vigilancia al saber, a través de servicios de inteligencia extranjeros, que una célula terrorista podría planear viajar hasta el país para intentar cometer atentados. Esta alerta se suspendió a finales del pasado mes, después de que se detuvieran en otros países a los componentes de ese grupúsculo, según recalcan fuentes de la lucha antiterrorista, que recuerdan que el Estado Islámico ya señaló directamente a España como objetivo en uno de sus últimos vídeos, rememorando la antigua Al Andalus.
Pero ha sido el atentado de París el que ha empujado ahora a Interior a aumentar las precauciones y elevar el estado de alerta oficial. “Una de las razones que se han barajado es la movilidad que existe dentro de la UE”, ha remachado Fernández Díaz. Además, su departamento también ha tenido en cuenta el posible “efecto emulación en España”, después de que la sede de varios medios de comunicación hayan tenido tenido que ser desalojadas este miércoles por falsas amenazas de bomba. “Existe una clara pugna entre Al Qaeda y el Estado Islámico para asumir el liderazgo del terror. Y esto incrementa el riesgo de atentados”, ha continuado el representante del Gobierno.
Los protocolos del Ejecutivo establecen que el nivel 3 de alerta implica la inmediata activación de las Unidades Especiales de intervención y reserva de los Cuerpos de Seguridad del Estado. A partir de ese momento, estos se encargan de controlar y vigilar los espacios donde puedan congregarse grandes masas de personas, así como la protección de las infraestructuras calificadas como “críticas”, donde puede restringirse la entrada a solo al personal “necesario”. El CNI ya está trabajando para definir este mismo miércoles en qué instalaciones poner en marcha estas medidas y cómo, con la mirada puesta en centrales eléctricas o nucleares, entre otras. La última vez que se activó este nivel 3 fue durante la proclamación del Rey Felipe VI, cuando se adoptó de forma preventiva el grado de alta intensidad. Según el ministro, que ha recordado que este miércoles se ha activado el bajo, esta diferencia ayuda a contextualizar el riesgo que existe. (EL PAÍS)
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