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Barack Obama intenta salvar a Hillary Clinton de las dificultades, a seis días de las elecciones, que peligran con tirar por las nubes el sueño de muchos: ver en la Casa Blanca a la primera mujer presidente de Estados Unidos.
En este momento crucial para la ex primera dama es más que importante el apoyo del presidente saliente.
"Creo en ella", aseguró Obama ante los electores. A aquellos confusos por la tempestad de los últimos días y a los que están todavía indecisos, entre ellos muchos afro-americanos.
Obama -jamás tan popular y amado junto a su esposa Michelle- en estas horas se ve obligado a vestirse de salvador.
Es el último desafío del presidente: ayudar a la odiada/amada Hillary. Pero sobre todo proteger gran parte de su herencia.
Herencia con la que arrasaría Donald Trump desde su primer día, sostiene el mandatario.
De esta forma, mientras Obama está preparado para tener un tranquilo fin de mandato, los últimos días antes de la elección lo tendrán comprometido en un verdadero "tour de force".
En pocas horas recorrerá Ohio, Carolina del Norte y Florida.
Tres estados balanceados y decisivos para la victoria final, en los que Trump aparece con una ligera ventaja.
Tres estados en los que Obama triunfó tanto en 2008 como en 2012, y donde todavía hoy es recibido con un calor sin igual en la política de este país.
Luego, el domingo y el lunes, en vísperas del día de la elección, viajará nuevamente a Miami y luego a New Hampshire.
Sin embargo, el desfile de apariciones no basta.
En medio de la tormenta provocada por la decisión tomada por el FBI de seguir investigando los correos electrónicos de Clinton cuando era secretaria de Estado, Obama -en una maratón de entrevistas en televisión, radio y redes sociales- rompe el silencio sobre el delicado caso, llegando a criticar al Buró de Investigaciones.
Obama condenó a quien exagera con instrumentar políticamente un caso nacido de un "error genuino" de Hillary.
"Si Donald Trump gana, harán inmediatamente recortes de impuestos para los estadounidenses más ricos y se pondrán a trabajar rápidamente para cortar la asistencia sanitaria a millones de personas y familias necesitadas", advirtió el presidente. "Y luego comenzarán a recortar los subsidios para los estudiantes de secundaria", añadió.
"Demolerán también la huerta de Michelle en la Casa Blanca", ironizó el mandatario. Aunque agregó que "hay poco para bromear".
FUENTE: ANSA
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