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Los padres de familia del establecimiento educativo de la comunidad Pangorasi Alto del municipio rural de Poroma del departamento de Chuquisaca, pagan desde 5 a 10 bolivianos, cada mes, para que el profesor enseñe a sus hijos.
De acuerdo con un reporte de radio Aclo de la Red Erbol, en la zona, que es considerada la más pobre de la provincia Oropeza, los campesinos construyeron una escuelita para que los niños no caminen cuatro horas hasta la unidad educativa del pueblo Pangorasi Bajo.
Los padres decidieron pagar hace dos años al maestro, pese a que solicitaron a las autoridades del área un ítem. Son 50 niños reciben las enseñanzas de un maestro, que es más un técnico, informó el central Provincial de Oropeza Segunda, Román Barron.
El dirigente campesino contó que en 2014 elaboraron un pedido para lograr 10 ítems para todos los municipios de Oropeza. Señaló que en otros establecimientos educativos de esta región no hay carreteras para llegar a los núcleos educativos, tampoco agua potable en algunos establecimientos.
Indicó el caso particular de un establecimiento en la comunidad de Cucuri, que tras 50 años de funcionamientos, el pasado año quedó inundado por las lluvias. Dijo que pidieron a las autoridades de Poroma refaccionar los daños causados por el temporal, pero no obtuvieron respuesta. Ahora temen que los muros se caigan, una vez que las clases inicien en febrero.
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