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De acuerdo con información entregada por el Departamento Nacional de Estadística, Dane, el 70% de la población indígena menor de edad, vive con desnutrición.
“Esta cifra es muy alta comparada con la del resto de la población infantil del país, de la cual solo el 12% presenta este problema por la falta de alimentación saludable”, indicaron.
Asimismo, desde el consejo de gobierno de la Organización Regional Indígena del Quindío, Oriquín, manifestaron que es una situación grave, ya que en estos momentos muchos de los pueblos indígenas han sido despojados de sus tierras por distintas circunstancias.
“Nosotros necesitamos de nuestras tierras, pues somos personas que durante años hemos vivido trabajando en el campo y cosechando nuestros propios alimentos, pero sin ellas muchos quedamos con pocas posibilidades de poder conseguir alimentos, pues nos estamos viendo obligados a ir a las ciudades y allí es poco lo que sabemos hacer para subsistir”, agregaron.
Explicaron que por esta razón, han hecho diferentes solicitudes al gobierno nacional, con el fin de obtener algunos territorios en los que puedan acentuarse, pues contrario a lo que los ciudadanos dicen que los pueblos indígenas son perezosos y que les gusta vivir mendigando, “lo que nos gusta es trabajar y no depender de nadie”.
Comunidades indígenas
Alrededor de 5.709.238 personas se han reconocido como pertenecientes a un grupo étnico —palenquero, afrocolombiano, raizal del archipielago de San Andrés y Providencia, gitano e indígena—.
Las cifras del Dane indican que 1.392.623 son indígenas y que corresponden al 3,4% del total de la población colombiana.
En los grupos étnicos se ha identificado que el 40% de ellos son niños y adolescentes, y que el grupo de edad que presenta una mayor concentración de población, es el que se ubica en el rango de entre 0 a 4 años, seguido por el de 5 a 9 años.
Estos infantes han sido afectados por un conjunto de problemáticas derivadas del conflicto armado y de las violencias generadas en el contexto social, cultural y familiar en el que viven.
“La exclusión social, la violencia intrafamiliar, el abuso sexual, involucramiento en el conflicto armado, la carencia de atención del Estado, la discriminación y el desplazamiento forzado, son tan solo algunas de ellas”, explicaron desde Oriquín.
250 infantes mueren al año
De cada mil niños y niñas indígenas entre 0 y 5 años, 250 mueren al año y el 60% nace y se cría por debajo del peso normal.
La tasa de mortalidad infantil en este grupo corresponde a 19 niños de cada mil nacidos con vida.
El 63% del total de la población aborigen está sumergida en una pobreza estructural y el 47,6% está por debajo de la línea de miseria.
La desnutrición, hace a los pequeños más vulnerables a cualquier otro tipo de enfermedad.
Los miembros de estas comunidades tienen poco acceso a los servicios de salud, debido a su lejanía, en algunas ocasiones las tradiciones culturales, los alejan de prevenir y curar enfermedades nuevas para estos pueblos como varicela, neumonía, entre otros, es decir, que los menores de edad están en una situación particular de vulnerabilidad a las violaciones del derecho a la salud y a la alimentación.
Por otra parte, la tasa de mortalidad por enfermedad diarreica aguda e infección respiratoria aguda, tienen también altos índices de muerte en la primera infancia de los grupos étnicos. (La Crónica)
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