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Desde Naciones Unidas y el Bienestar Familiar alertan sobre la práctica de rituales culturales que se siguen presentando en las comunidades indígenas y que vulneran los derechos de las mujeres, como la mutilación genital o el castigo físico, por lo que hacen un llamado para evitar estos actos.
Esmeralda Ruiz, asesora en Género y Derechos del Fondo de Población de las Naciones Unidas, dio a conocer que actualmente en Colombia “hay más de 16 pueblos indígenas que realizan no solo esta sino otro tipo de prácticas que vulneran el derecho de la mujer”.
Además de la ablación femenina, “hay pueblos que realizan prácticas como la ‘Pelazón’, dar las niñas en dación de pago, el embarazo temprano, el castigo físico y otras que han declarado ellos mismos y que han reconocido como una práctica nociva que atenta contra la pertinencia de sus pueblos”.
En el día internacional de la erradicación de la violencia contra la mujer, la experta de la ONU señaló que desde la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), sus principales voceros han expresado la necesidad de revisar este tipo de prácticas “porque la cultura debe generar vida y no muerte”.
Afirma que han manifestado que “ese debe ser el límite de lo que hacemos en la cultura o en el ejercicio de las competencias de cada pueblo y de su autonomía, podemos hacer todo lo que no dañe la vida y la integridad de las personas”.
Confirmó que actualmente “hay requerimientos desde la ONU al Estado colombiano para la prevención y respuesta a la erradicación de prácticas que afectan la vida de las mujeres indígenas”.
Sin embargo precisó que hay retos como la falta de “compromisos en materia técnica y financiera desde las autoridades territoriales”, que debe establecerse para brindar el apoyo necesario a los pueblos indígenas para transformar estas prácticas.
“Hay un esfuerzo muy grande desde el Bienestar Familiar para convocar a las autoridades competentes como las de Salud para que acompañen el proceso”, confirmó Ruiz.
Agregó que actualmente en conjunto con el Icbf se viene trabajando en el fortalecimiento del sistema para el proceso de transformación cultural y de erradicación de este tipo de prácticas tradicionales, que afectan la integridad de la mujer, especialmente de las menores de edad. (Caracol)
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