Llaman a la unidad de organizaciones para hacer frente al agronegocio

El III Foro Internacional Andino Amazónico de Desarrollo Rural concluyó el jueves convocando a la unidad de las organizaciones indígenas y de campesinos para hacer frente al agronegocio que llega a desplazar al productor de sus propias tierras agrarias, denunciaron.

Luego de dos jornadas de debate y análisis, en el evento que se desarrolló en la ciudad de La Paz, sobre extractivismo, agronegocio y el vivir bien, entre otras temáticas que involucraron a los pueblos indígenas, como campesinos, se llegó a coincidir que los gobiernos se contradicen y manejan un doble discurso sobre la protección de la Madre Tierra (Pachamama), por la acumulación del capital, explotando y comercializando sus recursos naturales.

El evento internacional que reunió durante estos dos días a aproximadamente mil participantes, contó con la participación de organizaciones indígenas y expertos de países como: Brasil, Ecuador, Argentina, Colombia, Paraguay, Perú y Bolivia.

El debate se centró sobre todo en el vivir bien, que en la segunda jornada reunió a eminentes expositores como el político y economista ecuatoriano, Alberto Costa, y la socióloga y activista boliviana Silvia Rivera Cusicanqui, entre otros.  

En el manifiesto que dieron a conocer representantes de sectores sociales, se propone al vivir bien como alternativa al capitalismo y el modernismo.

“Es una propuesta de los pueblos originarios para las políticas gubernamentales, ha nacido de nosotros como una propuesta alternativa para el capitalismo y el modernismo. Se propone generar el debate político orgánico ideológico en los pueblos andinos amazónicos para profundizar el vivir bien como propuesta de desarrollo alternativo que emerge desde  los sistemas y experiencias de sistemas de vida desde nuestras comunidades y naciones ancestrales”, reza el documento.

Tierra y territorio 

En Bolivia algunas de las organizaciones sociales como campesinas responden al partido de gobierno, que ha distorsionado las demandas y necesidades de los más necesitados, sobre todo cuando se trata tierra y territorio. En el Foro se cuestionó fuertemente el trabajo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), una aliada a la Movimiento Al Socialismo (MAS).   

Selene Quispe Arsabe de los Ayllus de Tolapampa de Potosí, reconoció que algunas organizaciones perdieron el horizonte y ahora responden a otros intereses, por lo que indicó que será importante la información y capacitación la gente de las comunidades, de sus bases.  

“La unidad no solo se convoca a las organizaciones a nivel nacional, sino también a nivel internacional porque los pueblos originarios reconocemos a los pueblos andinos del Abya Yala que nosotros nos constituimos parte del Abya Ayala, según nuestros usos y costumbres, y evidentemente por muchas situaciones consideramos más que todo socios políticas partidarias a la vez ha existido ciertas asperezas o diferencias, entre las organizaciones sociales y el gobierno, pero nuestras expectativas están en la información y preparamos a los hermanos y hermanas en nuestros pueblos”, declaró a Erbol. 

Respecto al vivir bien, Acosta destacó que es una oportunidad de pensar otro mundo desde otros principios civilizatorios difiriendo del pensamiento moderno que se vive al momento.

“Una visión nueva que se aleja de la explotación del hombre y de la naturaleza en la lógica de la acumulación del capital, que sitúa al hombre en armonía con el propio hombre y con la naturaleza. Los principios elementales de este nuevo paradigma serían la reciprocidad en contraposición al liberalismo que no tiene ningún efecto positivo, la complementariedad en lugar de la competencia, la reproducción de la vida y no la reproducción del capital”, aseveró.

Mientras Rivera protestó por el uso retórico y ornamental del buen vivir. Lanzó como un reto la aplicación de esta noción en las ciudades. “El gran reto es cómo comenzaos a pensar el buen vivir en las ciudades que tiene que pasar por crear o recrear lo comunitario. Las ciudades son espacios no sustentables en términos económicos y no sustentables en términos humanos”, puntualizó.