- 3228 lecturas
enos 360 indígenas de la comunidad Embera Katío tuvieron que dejar sus tierras en Urrao, municipio del departamento de Antioquia (noroeste de Colombia), debido a las minas antipersona plantadas por las FARC, denunció la Defensoría del Pueblo.
La entidad aseguró que los indígenas abandonaron sus resguardos y se desplazaron a un centro educativo en la comunidad de Amburá por temor a los campos minados instalados por los frentes 5 y 34 de esta guerrilla.
"La Defensoría del Pueblo solicitó la activación de los planes de contingencia para la atención de emergencias humanitarias con enfoque diferencial en la zona rural de Urrao, Antioquia, donde 360 indígenas Embera se desplazaron de sus asentamientos", manifestó la institución en un comunicado.
Los hechos ocurrieron en los resguardos de Majoré y Valle de Perdida, ubicados en los límites con el departamento del Chocó, donde las FARC plantaron minas antipersona para "contener el avance" de los militares que patrullan en la zona y que provocaron la muerte de un perro.
"Informaciones en proceso de verificación indican que a primera hora del martes 7 de julio se registró un accidente por la activación de estos artefactos explosivos improvisados ocasionando la muerte instantánea de un canino que acompañaba a la comunidad", añadió la información.
Las FARC y el Gobierno colombiano, que negocian la paz en Cuba, anunciaron en marzo pasado un acuerdo para la retirada conjunta de minas antipersona, proceso que comenzó con un plan piloto en el municipio de Briceño (Antioquia), pese a lo cual hay denuncias de que la guerrilla sigue plantando estos explosivos.
Según la Defensoría, en la zona habitan más de 600 indígenas que se encuentran en peligro con estas acciones, por lo cual la institución participará en un consejo de seguridad local y una reunión con la Gobernación de Antioquia para decidir medidas de asistencia humanitaria y acompañamiento. (Efe)
- 3228 lecturas