Alerta por muerte de dos indígenas en Toribío

El pasado 29 de abril fue la última vez que sus familiares vieron con vida a Brayan Mesa, un jóven comunero del resguardo de Tacueyó, en el municipio de Toribío, sobre las estribaciones de la cordillera central del Cauca. 

Mesa, y Armando Soto, quienes el año pasado se graduaron como bachilleres se habían dedicado a las labores agrícolas en la zona, mientras esperaban encontrar una oportunidad para seguir estudiando. 

“Eran dos jóvenes que recién habían terminado sus estudios de bachillerato y trabajaban buscándose un jornal para sostenerse y sostener a su familia“, advirtió Floresmiro Noscué, gobernador del Cabildo de Tacueyó. 

Pero y aunque era algo común que los jóvenes salieran de sus casas y no regresaran a ellas en dos o tres días, mientras se lograban emplear, en esta ocasión había algo extraño y es que pasada la primera noche de su ausencia, no se reportaron con sus familiares a través de llamadas. 

“La familia no reportó la desaparición porque ellos solían permanecer fuera de su casa habitualmente, y solo fue cuando encontramos el primer cuerpo que se conoció que estaban muertos“, agregó el Gobernador indígena. 

Los cadáveres, con señales de golpes y contusiones así como quemaduras en la piel, fueron hallados en una de las quebradas que atraviesa Tacueyó.

Los cuerpos ya presentaban síntomas de descomposición y una vez fueron hallados, se inició su traslado hasta el municipio de Santander de Quilichao. 

Sin impactos de bala

Tras los resultados de Medicina Legal una vez se cumplieron las labores forenses se encontró que ninguno de los cuerpos habían sufrido una muerte por heridas de arma de fuego. 

El coronel Iván Pérez, comandante de la Policía en el Cauca, sostiene que, aunque no ha sido descartado a ciencia cierta una muerte provocada, hay indicios de que señalan a un accidente en motocicleta a la causa del deceso de los jóvenes. 

“Los análisis que arrojó la necropsia indican que no hay señales de violencia en este caso ni tampoco fueron usadas armas de fuego para causarles su muerte, naturalmente y a pesar de las condiciones de la zona, ya tenemos a varios investigadores avanzando en la investigación", dijo el oficial. 

Destacó el Coronel que se ha realizado un acompañamiento a los nativos, con el objetivo de garantizar su integridad y su protección tanto inpidual como colectiva, en los casos en los que se han reportado riesgos. 

“Es necesario tener en cuenta que de todos los casos denunciados, solo en dos sí hay una evidencia de que las víctimas fueron desviadas de su trayecto y posteriormente aparecieron asesinadas, de lo contrario aún se manejan varias hipótesis“, destacó el coronel Pérez. 

Guardia indígena investiga

A pesar de las afirmaciones de la Fuerza Pública, las autoridades indígenas señalaron que hasta que no haya un análisis certero y concluyente, siguen considerando como un asesinato la muerte de Brayan Mesa y Armando Soto. 

Los nativos sostienen que la Guardia Indígena también ha adelantado varias investigaciones para tratar de resolver el caso pues a pesar de manejarse una versión sobre un supuesto accidente de tránsito, no ha sido encontrada la motocicleta en la que se indicó se movilizaban los dos comuneros. 

Con estas dos nuevas muertes, se elevó a 12 el número de indígenas que en el departamento del Cauca han perdido la vida durante el año 2015 en hechos violentos. 

El pasado 17 de abril se reportó la muerte de cinco comuneros, cuatro de una misma familia, pertenecientes al Resguardo Cerro Tijeras en el municipio de Suárez. 

A mediados de marzo Gersaín Fernández, habitante del municipio de Silvia, recibió un disparo por parte de un soldado cuando activó su arma de dotación, accidentalmente, según se indicó.  

El asesinato el pasado 10 de abril de Guillermo Paví, en medio de enfrentamientos con la Fuerza Pública durante los procedimientos de desalojo en la hacienda La Emperatriz, municipio de Caloto, la muerte a tiros de Gerardo Velasco, Emiliano Silva y de Andrés Rafael Martínez en Febrero, hacen parte de los registros que manejan las autoridades de la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca.  (El País)