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Falsos indígenas, respaldados por cabildos de la etnia zenú, están recibiendo privilegios y beneficios que otorga la ley a los miembros de esas comunidades en materia de salud, educación y empleo, mientras los verdaderos zenúes deambulan por las calles de las grandes ciudades vendiendo tintos y sombreros sin más oportunidades de superación.
La denuncia la hizo el Cacique Mayor del Resguardo Indígena Zenú, Éder Espitia Estrada, durante el Congreso Extraordinario del Pueblo Zenú de Colombia que se desarrolló durante tres días y hasta el pasado sábado en el corregimiento Vidales en el municipio de Tuchín, en Córdoba.
El líder indígena habló ante 260 delegados de esa cultura que se ha extendido por todo el territorio nacional.
“No es justo que algunas personas nos busquen y en algunos cabildos se presten para la alcahuetería de certificar a falsos indígenas para hacer uso de nuestros beneficios como exonerarlos del pago del servicio militar o bajar los costos de las libretas militares. Las universidades están llenas de otro tanto de falsos indígenas”, dijo Espitia.
También denunció la explotación laboral y sexual a que son sometidas las jovencitas que, por razones de pobreza, deben buscar empleo en casas de familias de ‘blancos’.
“La sociedad en algunos casos abusa y violenta a nuestras jovencitas, quienes en vez de ir a la universidad terminan como empleadas domésticas, mientras falsas indígenas se quedan con sus cupos”, recalcó.
Para acabar con la explotación en contra del pueblo indígena, el Cacique Espitia propuso una reforma a la Constitución y la creación de nuevos estatutos al interior de los cabildos.
“Merecemos respeto y dignidad, y eso tiene que venir de las leyes colombianas y de nuestras propias autoridades que deben acabar con la alcahuetería. Hoy somos un pueblo con derechos y deberes propios que nadie nos puede vulnerar”, dijo.
Inseguridad afecta
Igualmente, Espitia se refirió al problema de inseguridad que por años ha golpeado a los indígenas, especialmente por parte de grupos armados ilegales que emprendieron un exterminio sistemático, especialmente de líderes comunitarios.
“Ya no queremos devolvernos a los tiempos donde esta comunidad puso muchos muertos y estuvo a merced de los violentos. Pediremos al Gobierno Nacional que se nos tenga en cuenta en la Ley de Víctimas y restitución de tierra de manera especial”, agregó.
Para el líder de los zenúes, deben quedar claras las reglas de juego para elegir y hacerse elegir, cómo y por cuánto tiempo se debe conformar la autoridad en un cabildo y cuáles son sus funciones y derechos en esta nueva fase de crecimiento.
“Por eso el Pueblo Zenú no debe circunscribirse a Córdoba y Sucre, porque nuestros hermanos están asentados en otras regiones y por eso están hoy con nosotros pidiendo apoyo y participación”, puntualizó.
En la actualidad existen cabildos Zenú en Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, La Guajira y Antioquia; además de las familias que han emigrado a ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga y que no están agrupadas como etnias.
Delegaciones de los municipios de Montelíbano, Purísima, Ciénaga de Oro, Chimá, San Andrés de Sotavento, Canalete, Cotorra, Cereté, Lorica, San Bernardo del Viento y Tuchín en Córdoba; San Onofre, Tolú, Los Palmitos, Sincelejo, Sampués, Chalán, El Roble, Colosó, , entre otros, integraron las mesas de trabajo que deliberaron el borrador de la nueva legislación de los Zenúes y que cuenta con el aval del Ministerio del Interior.
Reacciones de líderes regionales
Al término del congreso indígena Zenú, algunos miembros de la etnia dieron su opinión frente a la problemática.
José Peñate, alguacil de Tuchín: "A nuestros pueblos no se les puede negar la salud científica aunque yo soy médico botánico. Este tema se debe tratar en el Congreso por el bien de todos".
José Mendoza, líder de San Andrés de Sotavento: "Era hora de que las leyes se modificaran porque nuestras comunidades han crecido. Esto es un beneficio para avanzar en la consolidación de la cultura Zenú".
Uriel Vaquero, capitán del cabildo de La Guajira: "Estamos acá porque queremos hacer parte de este resguardo y como Zenúes, aunque estemos en otras tierras, queremos que se respeten las costumbres y leyes para una mejor educación".
Falsificación, extorsión y amenazas
Durante el presente año, el pueblo Zenú ha sido noticia nacional por casos que golpean la tradición y la supervivencia de ese grupo étnico.
A principios de 2013 se conoció la noticia de la llegada de varios contenedores cargados de sombreros procedentes de la China y que imitaban al sombrero fino vueltiao, propio de la cultura Zenú y símbolo cultural de Colombia.
La polémica llegó a oídos del Gobierno Nacional que tuvo que prohibir la llegada de nuevas remesas del país asiático y de pasó prohibió la imitación del sombrero en cualquiera de sus manifestaciones.
La semana anterior se conoció la noticia de las extorsiones que vienen haciendo motorizados en Cartagena, Sincelejo y Montería a tuchineros vendedores de tinto. Según la denuncia, los desconocidos aseguran pertenecer a la banda 'Los urabeños’ y les exigen entre 10 mil y 20 mil pesos para dejarlos trabajar en determinados sectores comerciales de esas ciudades.
También, la sema anterior fue frustrado un supuesto plan para asesinar a Pedro Pestana Rojas, líder indígena de Tuchín, quien purga una condena en una cárcel indígena salpicado por la ‘parapolítica.
En principio, las autoridades indígena denunciaron que un grupo de seis hombres armados irrumpieron en la cárcel de Tuchín, donde está recluido Pestana y tras reducir a la guardia buscaron al líder político para asesinarlo, pero no lo encontraron.
Sin embargo, la Policía en Córdoba analiza una nueva hipótesis, en la cual supuestamente Pestana habría inventado el supuesto plan para asesinarlo, acusando a Jairo López Covo, dirigente político del Partido Conservador en esa población. (El Tiempo)
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