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El consejo rector de la Federación Iberoamericana del Ombudsman, a nombre de las Defensorías del Pueblo, manifestó su alarma por el secuestro de más de 200 niñas y adolescentes estudiantes de Nigeria y la vulneración de sus derechos por la secta Boko Haram.
El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, vicepresidente de la FIO, señaló que la entidad expresó su solidaridad con las familias, el pueblo y el gobierno de Nigeria, ante la violencia de una secta a los derechos de la niñez y adolescencia nigeriana.
La autoridad indicó que ese tipo de hechos se repiten a diario en todo el mundo a través de la esclavitud infantil, la trata y tráfico de niñas, niños y adolescentes, víctimas que son inducidas en explotación laboral y sexual.
La FIO en su pronunciamiento señala que el inciso 4 del artículo 38 de la Convención sobre los Derechos del Niño se establece que “de conformidad con las obligaciones emanadas del derecho internacional humanitario de proteger a la población civil durante los conflictos armados, los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles para asegurar la protección y el cuidado de los niños afectados por un conflicto armado”.
También remarca que el artículo 39 de esa misma Convención señala la obligación de los Estados Partes para que adopten “todas las medidas apropiadas para promover la recuperación física y psicológica y la reintegración social de todo niño víctima de: cualquier forma de abandono, explotación o abuso; tortura u otra forma de tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes; o conflictos armados. Esa recuperación y reintegración se llevarán a cabo en un ambiente que fomente la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño”.
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