Género
ONU pide erradicar pobreza y desigualdad de la mujer

Miércoles, 5 Marzo, 2014 - 13:54

Mensaje de Phumzile Mlambo-Ngcuka, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres para el Día Internacional de la Mujer 2014.

Hoy nos unimos a las personas de todo el mundo para celebrar el progreso conseguido a favor de los derechos de las mujeres, el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género. Por otra parte, observamos que el progreso ha sido lento, desigual y, en algunos casos, las mujeres y las niñas se enfrentan a nuevas y más complejas dificultades.

Por ello, el Día Internacional de la Mujer también es un día para renovar nuestro compromiso de trabajar más intensamente por la igualdad de género, junto con mujeres, hombres, jóvenes y líderes de naciones, comunidades, religiones y empresas.

Si actuamos con decisión sabiendo que el empoderamiento de las mujeres y las niñas y el apoyo a su plena participación pueden resolver los retos más importantes del siglo XXI, encontraremos soluciones duraderas a muchos de los problemas que tiene el mundo actualmente. De esta manera, se abordarían sustancialmente desafíos importantes como la pobreza, la desigualdad, la violencia contra mujeres y niñas y la inseguridad.

Las mujeres dedican la mayor parte de sus ingresos al bienestar de su familia, sus hijas e hijos. Una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral implica más crecimiento económico. Erradicar la pobreza de las mujeres conlleva una reducción significativa y fundamental de la pobreza extrema en todo el mundo.

Si conseguimos que las niñas permanezcan en la escuela más tiempo con una educación de calidad, lograremos que las mujeres jóvenes desempeñen plenamente su función en la sociedad y creen familias, comunidades y democracias más sólidas.

Si fomentamos la igualdad de oportunidades y eliminamos las barreras estructurales que impiden el empoderamiento económico de las mujeres, reduciremos la desigualdad y potenciaremos un crecimiento económico inclusivo.

Si apoyamos una representación equitativa de las mujeres en puestos líderes en procesos de negociación de la paz, en comunidades, en la política, en las empresas y en instituciones religiosas, lograremos un mundo más justo, pacífico y seguro.

Si trabajamos con hombres y niños, y unimos nuestras fuerzas, implicaremos a toda la humanidad en un objetivo que es responsabilidad de todas y todos.

Con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, recordamos y honramos a aquellas mujeres, quienes, guiadas por mujeres sindicalistas, un día como hoy hace más de un siglo alzaron su voz para reivindicar mejores condiciones laborales, paz y alimento. Sus aspiraciones siguen vigentes hoy en día.

Puesto que el progreso es lento y desigual, continuamos luchando por el cambio. También rendimos homenaje a las innumerables mujeres de todo el mundo que día a día logran transformar la realidad con su quehacer cotidiano.

Casi 20 años después de la Conferencia sobre la Mujer celebrada en Beijing y 15 años después de la Cumbre del Milenio, constatamos con orgullo los logros alcanzados. Hay más mujeres trabajando. Hay más niñas que van a la escuela. Hay menos mujeres que mueren durante el embarazo y el parto. Y hay más mujeres en puestos de liderazgo.

Pero ningún país del mundo ha logrado la igualdad entre mujeres y hombres ni entre niñas y niños, y las violaciones de los derechos de las mujeres y niñas siguen siendo un ultraje. Por ello, tenemos que aprovechar las lecciones aprendidas y la certeza de que la igualdad a favor de las mujeres conlleva el progreso para todas y todos. Tenemos que avanzar con determinación y coraje hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la elaboración de una nueva agenda para el desarrollo posterior a 2015.

A estas alturas, no podemos permitir que la mitad de la población se quede atrás. El siglo XXI tiene que ser diferente para todas las mujeres y niñas del mundo. Una niña debe saber que el mero hecho de haber nacido niña no implica tener que sufrir una vida de penurias y escasez. Nuestros esfuerzos deben garantizar que:

Ella está a salvo de la violencia de género.

Ella tiene derechos humanos que se respetan, incluidos los derechos reproductivos.

Ella consigue el empoderamiento económico y en otros ámbitos a través de la educación y la igualdad de oportunidades, participación y liderazgo.

Pido vuestro compromiso en estas tres causas a favor de ella.

Demos la vuelta a la historia, apostemos por la justicia.

Hoy, y todos los días, ONU Mujeres defiende firmemente los derechos de las mujeres, el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género.

La igualdad para las mujeres es el progreso para tod@s.

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