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La presidenta de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), Claudia Quini, instó el martes al gobierno boliviano a retomar su membresía en dicha entidad luego de haberla dejado por 12 años consecutivos a causa del desinterés de gestiones pasadas. Las declaraciones de Quini fueran realizadas la víspera del inicio del XIV Congreso Latinoamericano de Vitivinicultura y Enología en la ciudad de Tarija.
“Como Presidenta de la organización espero que para la próxima reunión acá en Tarija podamos ya decir que Bolivia volvió a la OIV porque la vitivinicultura boliviana se lo merece”, expresó la funcionaria.
Quini indicó, en conferencia de prensa, sentirse muy orgullosa de que un país de Latinoamérica como Bolivia “sea sede de este Congreso” y deseó que la reunión señale el “camino de regreso de Bolivia a la membresía”. “Es un desafío que yo me he puesto”, apuntó.
El Congreso Latinoamericano de Vitivinicultura y Enología –realizado por primera vez en Bolivia- se llevará a cabo del 20 al 22 de noviembre, y en el que participarán 15 destacados expertos internacionales de Argentina, Italia, Chile, Sudáfrica, Brasil, Francia, entre otros.
Jorge Baracatt, presidente del Congreso y representante de la fundación Fautapo (Fundación Educación para el Desarrollo), dijo que como organización realizaron todas las gestiones necesarias ante el Estado para allanar el camino hacia la acreditación de Bolivia ante la OIV. Subrayó que ahora todo depende del gobierno nacional.
“Con Claudia Quini hemos hecho las visitas correspondientes y las reuniones correspondientes, el proceso y el trámite esta realizado, lo único que estaríamos esperando es prácticamente una manifestación de voluntad de parte de la Cancillería boliviana hacia la OIV para comprometer el pago de la membresía”, señaló.
Antecedentes
Wilmar Villena, responsable del Comité Científico del Congreso, explicó que Inicialmente la OIV nace como Oficina Internacional de la Viña y el Vino, donde Bolivia era parte, y cuando pasa de Oficina a Organismo, “es ahí donde Bolivia no toma la decisión como país de ser parte”.
“A partir de ese momento Bolivia llega inicialmente a ser un país observador, está de cuatro a cinco años y después pierde la membresía total aproximadamente 12 años atrás”, dijo.
Después que un grupo de empresarios y profesionales tomaran conciencia de los beneficios de ser parte de la OIV, “empezamos a hacer varias gestiones desde el 2007, como reuniones con el gobierno y con la OIV, hacemos eventos locales para que gente de la OIV y de otros países puedan venir y vean la importancia de un país anclado en las montañas, y eso tiene un valor adicional”.
Villena subrayó que Bolivia tiene una deuda histórica que la Organización Internacional del Vino por los años de membresía que no pagó, sin embargo “la organización está dispuesta a borrar con la finalidad de que pueda acreditarse nuevamente y ser parte de la OIV”.
Beneficios
“El Estado toma la decisión de ser parte, se inscribe, paga su inscripción (5.000 euros al año aproximadamente) y a partir de ese momento forma parte de la OIV con un grupo de profesionales que pueden ser parte del área administrativa y otros que son parte del comité científico, y así tomar parte activa en todos los eventos y los beneficiamos con varias capacitaciones, con becas, con intercambio cultural, como lo que estamos generando ahora en este Congreso, y que habría sido más fácil siendo parte de la OIV”, manifestó Villena.
El representante del Comité Científico precisó que los gobiernos anteriores no le dieron mucha importancia a este tema debido a que la economía del país se basaba fundamentalmente en la explotación de minerales.
“No se le dio mucha importancia al sector vitivinícola y por eso nos quedamos fuera, a pesar de representar el 8 por ciento del Producto Interno Bruto del Departamento de Tarija”, apuntó.
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