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Que en el fútbol la experiencia es un factor preponderante para lograr victorias, lo dejó en claro una vez más el Club Bolívar al derrotar a Universitario por dos a uno, en un cotejo que lo tuvo apretado contra su arco, la mayor parte del tiempo.
El gol de Gerardo Yecerotte, a los 93 minutos del encuentro, no es otra cosa que la demostración que aquello, habida cuenta de que solo unos minutos antes, en el 89, Jiménez tuvo la ocasión de poner el dos a favor de la “U”; sin embargo, el miedo escénico le jugó una mala pasada y la factura del partido.
Contrariamente a lo que las diferencias iniciales hacían prever, el equipo pandino fue el protagonista central del encuentro: Marrupe, su entrenador, cerró los circuitos de los celestes de forma tal que no apareció Capdevila, metido en su sector defensivo; Callejón lejos de la defensa contraria; Tenorio bien marcado y una idea ofensiva que confundió a los paceños, que jugaron de contragolpe.
Empero, más allá de esas circunstancias, Callejón abrió el marcador de tiro libre, a los 10 minutos del segundo tiempo. Igualó Rogerio Leilao, cinco minutos más tarde, a los 15, con el mejor gol de partido, cuando dejó en el camino a tres adversarios.
El encuentro en general fue trabado, tal vez por lo corto de la cancha. Eso terminó haciendo que los jugadores cometieran muchas infracciones, y un reclamo desproporcionado de Arce al árbitro, determinara su expulsión.
Bolívar ganó un partido que ya daba como bueno con el empate; Universitario volvió a sufrir por la falta definición, esa que solo llega con el transcurrir de los años y vuelve a sus protagonistas en jugadores de jerarquía.
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