Deportes
Si no le doy la mano a todos, disculpen
Wálter Nosiglia emociona a su llegada a la ciudad de La Paz
Nosiglia agradecido saluda

Martes, 20 Enero, 2015 - 10:18

La llegada de Wálter Nosiglia a La Paz provocó un desborde de emociones: un mar de banderas, cámaras de televisión e incontables celulares tratando de lograr una toma del chuquisaqueño, en medio del gentío que se dio cita en la Plaza Murillo, fueron el marco del recibimiento para el deportista que logró el tercer lugar en Dakar 2015.

Desde su arribo al Aeropuerto de El Alto, cerca de las ocho de la mañana, Nosiglia recibió muestras de afecto. Una caravana lo acompañó hasta el kilómetro cero donde lo aguardaban el presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera.

Un prieto abrazo entre el Primer Mandatario y el deportista se produjo en el momento de pisar la entrada a Palacio de Gobierno, repitiéndose la acción con el vicepresidente.

La gente, al grito de “olé, olé, olé, Wálter, Wálter”, acompañó  sus pasos hacia el atril, para momentos después irrumpir en un sonoro aplauso que tuvo visos de ovación.  La Banda Municipal Eduardo Caba hizo más emotivo aún el momento para mucha gente, ya que en primer plano se escuchaba  “Viva mi Patria Bolivia, que algunos consideran como una especie de “Segundo Himno Nacional”.

Al momento de los discursos, el Presidente Morales elogió la tarea de Nosiglia, de quien dijo se trata de un ejemplo para el pueblo boliviano.

“Gracias, Wálter, por tanto esfuerzo y cariño al país”, expresó Morales en la parte más saliente de su discurso en el que recordó la difícil situación que tuvo que afrontar el piloto en este Dakar, cuando corrió con dos costillas fracturadas. 

El Gobernador del Departamento de La Paz, César Cocarico, calificó como “Héroe del Deporte Nacional” a Nosiglia.

El momento de mayor emotividad del acto se produjo cuando el piloto tomó la palabra para agradecer “tanto cariño y reconocimiento de parte de las autoridades y del pueblo en general”.

“Discúlpenme si no alcanzó a darle la mano a todos”, expresó Nosiglia y fue el momento en el que a muchas personas se le hizo un nudo en la garganta y no pudieron evitar derramar algunas lágrimas.

El grito permanente de “Wálter, Wálter”, volvió a ganar los mayores decibeles, para hacerse escuchar en toda la plaza.

Concluido el acto, la marea se volcó sobre el corredor, que con mucha dificultad, pudo ingresar en el descapotable para volver a dar una vuelta a la Plaza Murillo, no sin antes firmar una gran cantidad de autógrafos: Banderas (tricolor y Wiphala), gorras, poleras, camisas y todo lo que se podía firmar encontró la rúbrica de Nosiglia.

Finalmente, el coche tomó calle Comercio y comenzó a perderse por la zona de Miraflores, donde otro reconocimiento lo estaba esperando.

 

MÁS NOTICIAS