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Su pase está cotizado en un millón de euros
Gamarra, el boliviano goleador del Milan sub 17

Lunes, 20 Enero, 2014 - 15:46

Faltando 30 minutos para que aborde su vuelo a Santa Cruz de la Sierra para hacer las más de 5 conexiones que lo lleven de retorno a Milán, Italia, Sebastián Gamarra Ruiz, accede a una entrevista con Nuevo Sur en la cafetería del aeropuerto Oriel Lea Plaza,  mientras sus familiares  esperaban en la Terminal aérea el momento de la despedida.

Gamarra Ruiz, un tarijeño de apenas 17 años ya es parte de las filas del Milan AC de Italia, uno de los clubes deportivos más prestigiosos del mundo, cuyo propietario es nada menos que el magnate y exprimer ministro de aquel país, Silvio Berlusconi.

Gamarra para su corta edad es serio y se nota maduro en las respuestas que da,  para él la diversión pasa a un segundo plano si quiere conseguir los objetivos que se ha trazado desde la adolescencia, el principal, jugar en la primera del ‘Calcio’.

Curiosamente, este jugador surgido de la Academia Tahuichi de Santa Cruz, nunca fue llamado para las selecciones juveniles de Bolivia, aunque sí los técnicos italianos esperan que sea nacionalizado para que  defienda  a la ‘azurra’, como la denominan a la selección italiana.  

El joven poco a poco va contando su experiencia con un acento raro, una mezcla de camba y chapaco, más el tono de los italianos que es muy parecido al del argentino, pero sin el uso exagerado de la doble ele. Sebastián además habla un perfecto italiano. 

En las juveniles del Milan AC

“Acá me cambiaron el chip”, asegura al recordar su ingreso a este club, en el que el nivel de trabajo es muy distinto al de los clubes de Bolivia, pues además del entrenamiento físico, también está la formación de la persona.

Actualmente defiende los colores del ‘rossonero’  como lo apodan a este club en la ‘Giovanessi Nationale’, liga juvenil del fútbol italiano,  llevando puesta la casaca número ‘10’, cumpliendo la función de centro delantero. 

En el último torneo fue uno de los goleadores al marcar siete tantos, “salgo a la cancha con la mentalidad de hacer goles a los demás”.

En esta categoría el Milan AC estuvo cerca del título, pero cayó con el Empoli FC en las semifinales.

Su entrenador es nada menos que Filippo Inzagui, el exdelantero de la selección italiana y también del Milan AC, quien marcó 305 goles durante su carrera profesional y 25 en su seleccionado.  “Él me dijo que soy el nuevo Pirlo”, recuerda el juvenil cuando lo comparó con uno de los referentes actuales de la selección italiana y de la Juventus de Turín, Andrea Pirlo.

Pero Sebastián no sólo debe rendir al cien por ciento en el área deportiva, también está la exigencia académica, “si te aplazas o no cumples te pueden bajar  de categoría”, por lo que sus notas siempre fueron buenas.

A las 7:00 de la mañana debe  levantarse para ir a su instituto,   pasar clases hasta pasado el mediodía, posteriormente a las 2:30,   estar en el lugar de entrenamiento hasta las 18:00, hora en que retorna a su hogar.

Pero a su lado, juegan otros grandes deportistas que tienen un buen presente y ostentan formar parte del futuro futbolístico de Italia, “observo mucho, de cómo se desenvuelven técnica y tácticamente”.

Confesó que tiene un compañero de muy buena técnica a quien no deja de observar y por ende aprender también de él.

Ya faltando escasos minutos para abordar el avión, Sebastián recuerda los platos de comida que hace su madre, los que va a empezar a extrañar, por lo menos en el semestre venidero.   

“Sin vida  social”

Gamarra al recordar lo difícil que fue llegar hasta ese lugar, ni se le pasa por la cabeza poner en riesgo todo lo conseguido hasta acá, pues está muy cerca de cumplir el sueño de jugar en una de las ligas más competitivas del fútbol mundial como es el ‘Calcio italiano’.

Por eso cuando se le pregunta sobre sus actividades en los días que no tiene partidos ni actividades relativas con el club, refiere que prefiere evitar todo tipo de fiestas o eventos de tipo social, aunque sí tiene una enamorada.

 Cuando sale con sus compañeros de equipo en algún día libre retornan a su hogar como máximo a las 19:30. “La verdad que allá no tengo vida social”. 

En las categorías juveniles los jugadores se cuidan de la mejor manera posible y evitan cualquier tipo de tentación que pueda infringirles la sanción que derive en una salida fugaz del club al que tanto les costó llegar.

El seguimiento que les hacen no sólo se basa en el rendimiento físico, sino también en el comportamiento que tienen fuera de las canchas.

Pero el mayor choque cultural se da cuando Sebastián vuelve a Bolivia para visitar a sus familiares y amigos, siendo invitado  a diferentes eventos sociales. “Es difícil hacer entender a tus amigos que no puedes tomar alcohol, por más que estés de vacaciones”.

Y es que es una realidad. En Tarija está vigente la cultura del ‘te invito’ y es casi tomado como un desagravio el no aceptar compartir un vaso con contenido alcohólico en los eventos de carácter social.

Pese a estas situaciones, Sebastián, se mantiene lejos de cualquier tipo de vicio, aunque a veces tenga que tener roces con amistades cada que llega al país, “las personas que te estiman, te van a poyar y aceptar el estilo de vida que decidiste tomar”.

Así el joven de 17 años muestra una madurez que refleja su profesionalidad, algo que todavía está muy lejos de  consolidarse en los jugadores promedio del fútbol profesional boliviano.

 “Es un creído”, dijo un periodista deportivo local cuando se le consultó sobre este jugador, y es que para el entorno local, su profesionalismo que  demuestra, tanto en las canchas como en su vida personal, hacen entrever a un joven muy serio y maduro que quizá choca con los acervos culturales a los que tienen acostumbrados los deportistas locales. 

 Tahuichi, Brescia y Milan

Gamarra Ruiz inició su carrera deportiva en la academia de fútbol ‘Ramón Tahuichi Aguilera’ en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra a los 5 años, cuando sus padres,  Juan Carlos Gamarra Portal y Giovanna Ruiz se habían trasladado a vivir a dicha capital. 

El tarijeño jugó en todos los campeonatos que se le presentaban, como es costumbre la Academia Tahuichi realiza giras por todo el mundo.

La revista ‘Aquí Deportes’ de España menciona que el paso de Gamarra al fútbol europeo debe específicamente a un campeonato que jugó el joven a los 11 años defendiendo los colores de Bolivia con la Tahuichi en un campeonato jugado en Brasil, en el que el centro delantero fue nombrado como goleador  y mejor jugador, además de consagrarse campeón con su equipo.

En aquella oportunidad un caza talentos informó al club Brescia de la segunda división del fútbol italiano sobre este jugador boliviano, por lo que de inmediato, se pusieron en contacto con los padres para hacer posible la transferencia.

Sin embargo, un accidente de tránsito en abril de 2009 dejó en estado de coma a uno de sus allegados, hecho que impidió que la familia pueda dedicarse a hacer el traspaso, por lo que el mismo se cayó.

Ya en septiembre de ese mismo año, la madre de Sebastián le pide a su esposo que lo acompañe a Italia para hacer un nuevo intento y es en este viaje  tras largas tratativas, debido a que ya los  jugadores de su categoría estaban de gira por Alemania, consigue una nueva oportunidad.

Antes de retornar a Bolivia, los representantes del club italiano deciden probarlo pero en niveles superiores, el adolescente de 11 años jugó con las categorías Sub 13 y 14.  

Al ver su alto nivel táctico deciden contratarlo.  “Siempre estuve con  categorías de arriba”, refiriéndose a la edad. Hoy con sus 17 años juega en la Sub 21. 

Ya en filas del Brescia Calicio fue goleador y considerado el mejor jugador, además de ganar el título mundial en juveniles de la ‘Gothia Cup’.

La aventura europea también lo llevó a conocer  ‘La Massia’, academia del fútbol del Barcelona FC de España, donde se formaron entre otros Lionel Messi y Xavi Iniesta.

Su destreza y sus goles despertaron el interés de empresarios y directivos de clubes importantes de Italia como Milan, Napoli y Juventus, siendo el primero el que terminó comprando su pase por la suma de 1 millón de Euros.

“Ahora su pase subió”, afirma orgulloso el padre, sobre el presente de su hijo, a quien aprovecha al máximo en cada oportunidad que llega a Tarija para compartir con la familia.

Seleccionado

Si bien nunca recibió una sola llamada de representantes de la Federación Boliviana de Fútbol,FBF,  sí mostraron su interés de la selección italiana para que defienda los colores de ese país en las juveniles.

“Para que los llamen a las juveniles de Bolivia se necesita tener muñeca”, afirmó un periodista deportivo nacional que prefirió mantener en reserva su nombre, quien devela el mal manejo institucional del fútbol boliviano, lo que se refleja en magros resultados que dejan mal parado al país.

Fútbol boliviano

Su experiencia se basa en el paso por la Tahuichi que le abrió muchas puertas, pero fuera de esta academia en los clubes  nacionales, hay otro tipo de trabajo, esto lo puede notar en la carrera que siguieron algunos de sus excompañeros.

“La preparación es diferente”, y es que en Bolivia los futbolistas tienen libertades que quizá en otras ligas no las dan, esto implica en los resultados que saltan a la vista.

Pese a esta realidad desde la distancia, Gallardo desea ver festejar triunfos a la selección boliviana como también a Oriente Petrolero, club  del que es  hincha.

Además del fútbol italiano, le gusta ver las ligas de España, Inglaterra y Argentina, siendo seguidor de Boca Juniors.

Terminada la entrevista apenas le dio tiempo para darse el abrazo de despedida con los suyos, tíos, hermanos, primos, abuelos hacían cola para desearle entre lágrimas la mejor de las suertes en esta nueva temporada.

(Tomado de El Nuevo Sur)

 

 

 

 

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