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Lanús es el nuevo campeón de la Sudamericana

Jueves, 12 Diciembre, 2013 - 08:36

anús le ganó 2-0 a Ponte Preta y, de la mano de Guillermo, se quedó con la Sudamericana en una Fortaleza que explotó de alegría. Gran campeón de punta a punta, todavía sueña con el torneo.

"Dale Lanóoos, dale Lanóooos". Arde la Fortaleza. Explota por este equipo único en el semestre, ganando en un frente y peleando en el otro. Por este Lanús que otra vez levanta una copa internacional después de un largo raid, de una historia que se empezó a escribir un 14 de agosto en Avellaneda y que se cerró con un capítulo aplastante contra Ponte Preta en casa. Contra un rival que preocupó unos minutos hasta que cedió con el primer gol, el del despegue a la copa.

Hay que sacarse el sombrero con este equipo y con este DT novato que ya sumó su primer título para su colección, y que aún sueña con el torneo local, por qué no. Conceptos claro, idea de juego, siempre ofensivo, se llevó esta Sudamericana con hambre de fútbol y algo más. Ganando casi todos los partidos, con sólo dos empates y una caída cuando ya estaba casi clasificado. Racing, U de Chile, River (lo liquidó en Núñez tras el 0-0 en la ida), Libertad y ahora los brasileños. Cinco rivales, cinco escalones para que estos jugadores y el entrenador se metan en la historia del club.

El rival fue el Ponte a la alegría, al descontrol, al festejo loco en La Fortaleza, en el reducto que no vivía una fiesta internacional semejante desde el 96. Lanús fue un equipo este miércoles y también de punta a punta. Con nuevos de experiencia como Somoza (el que cerró el partido con la pelota en sus pies), Silva y Acosta, tres que llegaron de Boca y se coronaron.

Con históricos de fondo, defensa con continuidad y de fierro, como Araujo, Goltz, Izquierdoz, Velázquez, más el paragua Ayala que abrió la final. Con pichones como Diego González y el ya experimentado Marchesín, dos hechos en el club. Siempre con tres delanteros (Silvio Romero arrancó en la Copa hasta que se fue a Francia), el faro en el área y dos por los puntas. Y la tentación de intentar jugar bien.

Quién te ha visto y quién te ve, Grana. Guillermo, de tantas vueltas en su carrera, transmitió su espíritu ganador, convenció a su tropa de que se podía, de que no eran menos que nadie y dio batalla en cada cancha en la que jugó. Y así Lanús fue creciendo hasta este partido final, con un toque de suerte, la que siempre se necesita, como con Libertad allá; o zafando de que un grande como San Pablo llegara a la final.

Y así se transformó en un campeón con todas las letras, merecidísimo por juego y por los resultados, sin ayuditas y sin dejar dudas. Por eso arde La Fortaleza. Y grita con toda justicia "dale campeón". Y grita por Guillermo. Y da la vuelta olímpica con el show de papelitos tradicional de cada copa. Y disfruta. La fiesta, gran fiesta, puede continuar...

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