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Más allá de los dos goles de Pablo Escobar a los 55, de penal, y a los 76,en jugada directa, The Strongest mereció ganar el partido jugado con Vélez Sársfield debido a que ejecutó una de sus mejores faenas futbolísticas en lo que va de la temporada.
Ya en el primer tiempo del cotejo jugado en el estadio Siles por la Copa Libertadores, el Tigre se perdió al menos tres goles debajo del arco, principalmente por la desatención de Alfaro.
Al menos en dos oportunidades el juez no cobró sendos penales, que pudieron haber marcado otro rumbo en el compromiso.
Todo eso lo hizo frente a un equipo que no se refugió debajo del pórtico y que jugó de igual a igual, llegando con mucha gente a la zona ofensiva, provocando por momentos mucho peligro para Vaca.
El segundo tiempo quedó marcado por la dinámica que impuso el conjunto paceño en los primeros minutos, algo que no tuvo respuesta en los porteños, que vieron como el arquero le hacía un penal a Escóbar, que luego se transformó en el uno a cero.
Minutos después, el mismo Escóbar quedaba otra vez mano a mano con el guardameta y lo derrotaba por segunda ocasión.
El dos a cero, sin embargo, resulta mentiroso ya que a su turno Alfaro (hizo pegar un balón en el travesaño), Cristaldo la mando a un costado y Chumacero, se perdieron goles debajo del arco, cuando prácticamente estaban solos.
No habría resultado extraño, entonces, que The Strongest ganara el cotejo por más goles de diferencia.
El triunfo le permite a los atigrados ser primeros de su grupo junto al conjunto argentino y seguir en carrera por alcanzar la clasificación a la segunda fase del torneo internacional.
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