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Brasil se aprovechó de Haití y lo aplastó 7 a 1
Brasil no dejó lugar a las dudas y goleó a Haití por 7 a 1. Foto: AFP

Jueves, 9 Junio, 2016 - 01:30

Brasil había jugado bien en el debut con empate 0-0contra Ecuador: había manejado la pelota con fluidez, había hecho buenas combinaciones colectivas, pero le había faltado algo tan importante como la puntada final. Sin Neymar, sin Douglas Costa, sin Kaká y sin reemplazantes de calidad, Dunga intenta que los goles lleguen desde el mediocampo. Y el segundo partido, ante un débil equipo como Haití, fue la oportunidad justa para empezar a encajar las piezas del rompecabezas.

Desde el primer minuto quedó claro que Brasil no tendría oposición. Con cuatro en el fondo y Casemiro delante de ellos como volante tapón, y por delante salía lanzada otra línea de cuatro volantes: Elías, Renato Augusto, Willian y Philippe Coutinho. A ellos les apuesta Dunga. A poblar el área rival con llegadores y no darle toda la responsabilidad del gol a Jonas. El único atacante.

Coutinho fue el autor de los dos primeros. El 1-0 con una buena diagonal desde la izquierda al centro y un latigazo contra el palo. El segundo tras una corrida bárbara de Dani Alves por derecha, la definición fallida de Jonas y el toque final del volante.

Por si fuera poco con la diferencia de calidad, el arquero de Haití Placide construyó otro gol de Brasil. Sacó mal y le sirvió la pelota a Elías. Centro con rosca al corazón del área para la llegada de Renato Augusto, que cabeceó y la clavó arriba.

El partido ya no era tal. Brasil desfilaba a su antojo ante un adversario que solo quería que terminara el partido. Entró Gabriel por Jonas en el segundo tiempo y en una de las primeras que tuvo hizo lo que Jonas no había podido en casi dos partidos: sacó un zurdazo cruzado y la puso contra el palo para el 4-0.

También surtió efecto el ingreso de Lucas Lima, que en una de las primeras que tocó puso el 5-0 de cabeza. Ya sin nada por jugar, llegó el descuento de Haití para atesorar como un premio consuelo.

Y sobre el final los goles que sentenciaron el 7-1, un resultado que hasta hora solo le hacía pensar en malos recuerdos por aquella semifinal fatídica ante Alemania en el Mundial.

Fue un entrenamiento para Brasil. Empezó a aceitar su andamiaje. Con el evidente atenuante de un rival que no dio la talla, pero con una diferencia amplia que le permite empezar a creer en su potencial más allá de sus ausencias de peso.

Tomada de: clarín

 

 

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