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La Asociación Nacional de Fútbol, que se reunió durante el fin de semana en Trinidad, determinó solicitar a la Federación Boliviana de Fútbol la realización de un congreso extraordinario en el que se discutan todos los temas, pero particularmente los que atañen a la posibilidad de una investigación en el supuesto caso de soborno.
La ANF fue hasta el viernes de la semana pasada el bastión en el cual descansaba la gestión de Carlos Chávez, quien encontró en los dirigentes de las asociaciones el respaldo necesario para su reelección.
De esta forma, los “no profesionales” se suman al pedido de la Liga de una investigación y han puesto entre la espada y la pared a Carlos Chávez, quien manifestó a su retorno al país desde Asunción, que se siente fuerte al frente de la Federación y que no le pasa por la cabeza renunciar al cargo.
La paridad de los votos que representa la asociación, en relación con los ligueros, no permitió que algunos de los equipos grandes del fútbol boliviano, como el caso de Bolívar y Oriente Petrolero, pudieran cambiar el directorio de la Federación en el congreso que reeligió a Chávez al frente del fútbol nacional.
El pedido de los asociacionistas tiene también que ver con la citación de su titular, Jorge Justiniano, ante la Fiscalía del Estado ya que este lunes debe prestar declaración respecto al tema del supuesto soborno.
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