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Carlos Chávez, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, retornó hoy al país y aseguró no sentir ningún temor de ser convocado por la Fiscalía el momento en el cual así lo determine.
Chávez fue citado por el Ministerio Público el día viernes en Sucre, donde debía prestar declaración respecto a un supuesto soborno en relación con el manejo de recursos económicos que salpicaron a la federación y su persona, de acuerdo con las informaciones proporcionadas por el periódico “El País” de España, después de las investigaciones del FBI y la de Fiscalía del Estado de Nueva York.
El dirigente afirmó a la estatal ABI, a su llegada al aeropuerto Internacional de Viru Viru en Santa Cruz, que en todo caso lo suyo es la búsqueda de la verdad y en ese sentido está dispuesto a cualquier convocatoria; sin embargo, advirtió que una intervención de parte del Gobierno sería grave para la salud del fútbol en Bolivia ya que tendría que sopesar sanciones de carácter internacional.
Para Chávez ello llevaría a una crisis sin precedentes en el fútbol nacional ya que los clubes no podrían soportar una situación como la planteada, en caso de una intervención. El titular de la Federación volvió al país de Paraguay, donde asistió a una reunión de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
De acuerdo con el propio dirigente aún no conoce la fecha de otra convocatoria y está a la espera de saber si será citado nuevamente.
Para el lunes en horas de la tarde, la Fiscalía del Estado ha convocado a los vicepresidentes de la Federación, Jorge Justiniano, de la Asociación Nacional, y Fernando Humérez, de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano para recibir sus declaraciones en torno al caso. A pesar de no haber sido convocado, el actual tesorero de la Federación, Wálter Zuleta, ha dicho que el lunes se presentará de forma voluntaria ante la Fiscalía ya que quiere dejar en claro que no tiene nada que ver con supuestos malos manejos en la entidad que rige los destinos del fútbol en Bolivia.
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